Los anfitriones ¿deben tener 'mano izquierda'?
Las dotes diplomáticas de los anfitriones deben estar presentes en todo momento. Hay que estar atentos al comportamiento de todos los invitados
protocolo.org - FP Pro
Cómo llevar a los invitados con 'mano izquierda'
Los buenos anfitriones deben saber 'manejar' a sus invitados con mucho tacto y con mucho respeto. No es fácil, en ocasiones, evitar algún pequeño conato de riña o discusión que se sale de madre. Por eso es tan importante que los anfitriones tengan mucha mano izquierda.
¿Qué significa tener 'mano izquierda'?
Cuando nos referimos a la expresión 'tener mano izquierda' hacemos referencia al tacto de una persona. A que una persona es muy diplomática para decir las cosas más comprometidas pero de buenas maneras. Las palabras dichas de una forma brusca o agresiva pueden hacer mucho daño.
Cuando las fiestas o reuniones son muy numerosas, no es nada raro que haya personas con las que no se lleva bien alguno de los invitados , por diferencias o enfrentamientos que tienen su origen en el pasado. Entonces, hay que tener mucho cuidado para que no 'salten chispas' cuando puedan coincidir. Sobre todo, si hay alguna copa de más.
Te puede interesar: El tacto físico y verbal (con vídeo)
Para evitar este tipo de situaciones desagradables o comprometidas, lo más correcto sería no invitar a personas con una enemistad manifiesta. Aunque no siempre es posible.
Si tenemos que invitar a personas 'enemigas', lo mejor es tener mucha "mano izquierda", ser muy diplomáticos y tratar, de la mejor manera posible, que no se encuentren muy juntos en ningún momento de la reunión. Si así todo, esto sucede, debemos apelar a la prudencia y al buen sentido común de los invitados.
Si a pesar de los esfuerzos del anfitrión se da el caso de llegar a un enfrentamiento, se deben templar los nervios y no agravar la situación. Hay que 'enfriar' todo lo posible esa situación, e incluso, si es necesario, recurrir a la ayuda de amigos comunes para tratar de poner un poco de calma en todo el asunto.
Por último, recordar que, este tipo de situaciones no solo ponen en evidencia a las personas que los protagonizan, también violentan e incomodan al resto de los invitados. Una de las distintas funciones o deberes de un buen anfitrión es el preocuparse por el bienestar de sus invitados.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Cuando los niños salen a la calle es normal encontrar a otros amigos, a vecinos, a compañeros de clase... y a los padres de estos niños -
Una visita es una muestra de cariño y afecto que puede ir acompañada de un pequeño detalle de cortesía para los anfitriones -
El saludo, algunas veces es acompañado de otro tipo de contacto además del de las manos -
Los que llegan en último lugar, en muchos casos, quieren tener lo mismo que los que han madrugado más que ellos. Por esta razón, sacan sus peores modales y mala educación para conseguir un sitio -
La cantidad de comida a servir por cada comensal debe ser prudente y proporcionada a la que deseamos comer -
La educación es tan importante de forma presencial como contestando a una llamada telefónica. Lo forma de contestar una llamada de teléfono dice mucho de una persona. En el caso de una empresa, dice mucho de la empresa -
Los niños tienen que ser educados no solo a la hora de comer sino al terminar de comer también. Es apropiado enseñarles todo lo que deben hacer antes de levantarse de la mesa -
Las aceras son espacios públicos destinados al uso de los peatones. Por esta razón no se debe dar otro uso a las aceras ni como pista de carreras, ni como cancha de deporte... -
Los novios deben hacer muchos de sus cálculos en función del número de invitados que asistan a su ceremonia y/o celebración. -
Los destinos turísticos de interior no tienen tanta demanda como los destinos playeros. -
La visita ha dejado de ser una "obligación" social para convertirse en algo más espontáneo y arbitrario -
La puntualidad es una norma básica de educación y quebrantarla no añade nada de encanto o elegancia a una persona como algunos nos quieren hacer creer.