¿Es correcto comer con la televisión encendida? Buenos modales a la hora de la comida con los niños
La televisión es un elemento de distracción que puede "complicar" un poco más la enseñanza de ciertas reglas de educación a los niños.

protocolo.org - FP Pro
Comer con la televisión encendida, ¿sí o no?
La televisión puede ser un medio de distracción para toda la familia, pero no a la hora de comer. La hora de la comida es el momento de centrarse en la mesa y no de lo que pasa a nuestro alrededor.
Cada familia tiene sus propias costumbres, pero es mejor no acostumbrar a los niños a comer con la televisión encendida. Apagar la televisión evita distracciones y logra que los niños -y los no tan niños- se fijen en el uso de los cubiertos y demás normas básicas comportamiento en la mesa, así como poner atención a lo que comen y a cómo lo deben comer.
La hora de la comida suele ser la hora para hablar, contar como ha ido el día en el colegio o en casa, o para aprender, como hemos visto hasta ahora, a comportarse en la mesa. La televisión "rompe" esta atención a lo que se dice y se hace en la mesa. Es de poca educación tener la televisión encendida si tenemos invitados a comer.
Te puede interesar: Niños bien educados. Niños con buenos modales
Si les acostumbramos a comer con la televisión encendida, no harán demasiado caso de las explicaciones que les demos, y se pasarán todo el tiempo mirando la televisión sin saber apenas lo que hacen.
La televisión debería permanecer apagada durante toda la comida. Mejora la comunicación familiar y ayuda a que los niños presten mayor atención a lo que hacen.
Si optamos por dejar la televisión encendida, hay que remarcar que le miren a uno cuando le estamos explicando algo. Requerir la atención del niño cuando explicamos algo es fundamental para su correcto aprendizaje.
Resumiendo, la televisión encendida a la hora de comer puede ser perjudicial para la educación de los niños, tanto en cuanto es un elemento de distracción y no facilita la conversación en la mesa.
Ni que decir tiene, que dejar que los niños coman frente al televisor puede resultar muy cómodo para algunos padres, pero es una costumbre bastante poco apropiada que no facilita ni su educación ni el desarrollo de sus habilidades sociales. Si además, no se come en una mesa de comedor, sino sentado en una alfombra, en una mesilla de salón o en algún mueble similar no podemos enseñarles buenas posturas en la mesa.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Los niños de arras son los pequeños que portan las arras que se entregan los novios durante la ceremonia matrimonial
-
Al terminar una visita no podemos marcharnos "a la francesa". Es decir, no hay que irse de una casa sin despedirse. Al menos, de los anfitriones
-
Las segundas nupcias son algo habitual entre las personas que se han quedado viudas. Pero la etiqueta nos dice que la boda puede ser algo distinta a la primera
-
Los niños tienen que ser educados no solo a la hora de comer sino al terminar de comer también. Es apropiado enseñarles todo lo que deben hacer antes de levantarse de la mesa
-
En muchas ciudades del mundo suele haber zonas donde las calles son muy estrechas y las aceras también. Sobre en las partes históricas o más antiguas de la cuidad
-
Una invitación suele conllevar la "obligación" de llevar algún detalle u obsequio para los anfitriones. Pero ¿cuándo se debe entregar un regalo?
-
Actualmente no hay una definición o medida estándar que nos indique las medidas ideales de un plato para la mesa porque...
-
Las calles no siempre están están en perfecto estado o bien nosotros no vamos muy atentos y tropezamos con una adoquín que sobresale, con un pivote, etcétera
-
El importe a gastar en un regalo de boda depende de muchos factores. Entre ellos están el presupuesto con el que se cuenta y el grado de cercanía con los novios
-
La situación de los platos en la mesa es importante para dejar que los comensales tengan espacio suficiente para comer sin estar demasiado juntos
-
Una invitación genera, socialmente, un compromiso no solo de asistencia, también genera un deber de corresponder con otra invitación posterior
-
Es una costumbre muy habitual llevar una botella de vino o unos dulces a casa de los anfitriones. Dependiendo de la ocasión se pueden compartir con los demás invitados o guardarlos para una ocasión posterior











