
¿Qué hacer con un invitado que ha bebido más de la cuenta? Cómo evitar que nos estropee la fiesta
En las fiestas no siempre sale todo como se tenía previsto y pueden darse algunas situaciones comprometidas. Una de ellas es el invitado que se pasa con el alcohol
protocolo.org - FP Pro
Los invitados que beben más de la cuenta. ¿Qué hacer con ellos?
No es un caso aislado. Todo lo contrario. Es un 'personaje' habitual en casi todas las fiestas. Hablamos del invitado o invitados que toman excesivas copas con alcohol. ¿Qué hacer?
Depende de como actúe cuando está muy bebido. Como diría mi abuela hay varios tipos de borrachera. Si cuando bebe más de la cuenta se duerme, no hay problema. Lo llevaremos a una habitación y lo tumbaremos para que descanse. Tendremos cuidado, echando un ojo cada poco tiempo para ver si está bien.
Si cuando bebe mucho la agarra llorona, tendremos que consolarle y alejarle, todo lo posible, de otros invitados para que no les amargue la fiesta. Lo mismo ocurre con el que se pone demasiado contento.
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El peor caso es cuando un invitado muy bebido se pone grosero, faltón e incluso violento. Este caso es complicado de manejar. Habrá que hacer todo lo posible por sacarle de la fiesta. Acompañarle a su casa o pedirle amablemente que se vaya.
En todos los casos anteriores, lo primero que debemos hacer es tratar de evitar que beba más. Intentar de que tome el aire, que tome un café, que descanse un poco, etc. Si está muy "bebido", le podemos invitar a pasar la noche si contamos con una habitación de invitados, o haciendo un esfuerzo, si no tenemos mucho espacio, dejándole que descanse en el sofá, pero tratando de que no moleste al resto de los invitados.
Un buen anfitrión debe actuar, en muchas ocasiones, casi como lo harían unos buenos "padres". Lo primero es controlar a los sus invitados para que no lleguen a esos extremos. Cuando vemos que un invitado se está pasando con la bebida se le puede hacer una pequeña llamada de atención (siempre en privado) para indicarle que ha bebido suficiente. También, para pedirle que modere su ritmo de ingerir bebidas porque puede llegar a donde nadie quiere que llegue.
Lo que no se debe consentir, si se llega a estos extremos, es que el invitado moleste a los demás invitados. El anfitrión o algún buen amigo debería "retirarlo del mercado" en cuanto vea que se pone pesado, faltón o cargante.
Por último, una buena opción sería tratar de retirar todas las bebidas alcohólicas a su alcance. Los anfitriones las servirían únicamente a los invitados que las solicitaran,
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