Protocolo Familiar. Buenas costumbres en familia. Convivencia familiar
Las relaciones con otras personas en el ámbito familiar, son de gran importancia tanto para una buena convivencia, como para llegar a tener una buena educación que luego se reflejará en el resto de facetas de nuestra vida
Buenos modales en familia
Reglas de convivencia para tratar con familiares y personas cercanas a nosotros
La familia es un grupo de personas que convive. Pueden ser tanto ascendientes como descendientes. Esta vida en común necesita unas reglas o normas para que la convivencia sea cordial, pacífica y respetuosa. Por este motivo, hay que relacionarse de forma correcta.
Las relaciones con otras personas dentro del ámbito familiar son de gran importancia, tanto para tener una buena convivencia como para conseguir dar una buena educación y un buen ejemplo a nuestros hijos. Esta sintonía y esta buena relación se verá reflejada en el resto de facetas de nuestra vida, tanto a nivel social como a nivel laboral.
Convivir con personas cercanas a nosotros como la familia, los amigos y los vecinos, no requiere de estrictas normas de educación, pero sí requiere seguir unas reglas básicas de comportamiento para lograr tener una convivencia cordial y con una cierta dosis de armonía. Un trato cercano no tiene por qué estar falto de educación. La cercanía hace que algunas veces nos olvidemos de que, aunque menos estrictas, tenemos que seguir unas reglas -no debemos llegar a hacer realidad el famoso refrán "donde hay confianza da asco"-.
Buenas costumbres en nuestro entorno más cercano
Los buenos hábitos deben empezar por nosotros mismos. Tener buenos modales y ser educado solo cuando nos ven no está bien. Es una manera de actuar falsa y poco ejemplarizante. Tenemos que ser educados siempre tanto para nosotros mismos como para los demás. Si nos comportamos bien en todo momento y lugar será mucho más sencillo, en otras ocasiones, ser una persona educada sin tener que forzar o fingir nuestros buenos modales. Recordemos la famosa cita: "compórtate en casa como si estuvieses en un palacio, para que cuando estés en un palacio te puedas comportar como en casa".
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La buena educación y el saber estar nos ayudan a tener una compostura y un comportamiento correcto en cualquier situación que se nos presente. Nunca debemos dejar los peores modales para la gente de confianza. Todo el mundo se merece un respeto y la familiaridad no debe servir de excusa para tener un comportamiento maleducado.
Nuestros seres queridos también necesitan contar con nuestro afecto y nuestra buena educación. Hay personas que fuera de casa son encantadoras, pero en cuanto llegan a su casa cambian por completo -una especie de Dr. Jekyll y Mr. Hide -.
Los buenos modales no son una prenda de nuestro vestuario que nos podemos quitar y poner a nuestro antojo. Hay que ir siempre 'vestidos' con nuestros buenos modales, como si fueran nuestra segunda piel.
Un 'sacrificio' por el bien de una convivencia amable y pacífica
"Hoy por ti... y mañana por mí", rezaba un eslogan de una conocida campaña publicitaria. Algunas veces tenemos hacer cosas que no son de nuestro agrado. Pero debemos pensar que otras veces pediremos cosas o favores por los que otras personas deberán condescender con nosotros. Así son las relaciones, se basan en ser condescendiente con los demás, en ceder de vez en cuando, dejando a un lado el egoísmo del que todos alguna que otra vez abusamos. Vivimos en una sociedad en la que muchas personas van cada vez más a lo suyo sin importarles demasiado los demás. Y esto no es demasiado bueno para la convivencia.
Confiar en los demás
La confianza es uno de los pilares básicos en cualquier tipo de relación, bien sea de amistad, de amor, de pareja... e incluso es fundamental en las relaciones laborales y profesionales. En el trabajo, por ejemplo, es un lugar donde la confianza es lo que hace que nuestros superiores o jefes confíen en nosotros para un determinado puesto, tarea o cualquier otra responsabilidad.
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En nuestra sección de Protocolo familiar tratamos temas muy diversos, pero no por ello menos importantes. Las relaciones, ya sean de vecindad, de amistad o de pareja, son imprescindibles para nuestra vida diaria. Tenemos que darnos cuenta de la importancia de relacionarse, de llevarse bien con los demás porque como dice un conocido refrán, "la vida puede vivirse de muchas maneras, pero no de cualquier manera".
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