
Ceder el asiento. ¿Cuándo ceder un asiento? ¿A quién ceder un asiento?
La cortesía no debe perderse amparándonos en las prisas y la vida tan acelerada que hay en las grandes ciudades. Los gestos de cortesía mejoran la convivencia
protocolo.org - FP Pro
Ceder el asiento en un transporte público es una de las acciones que más se echan de menos
¿A quién se debe un asiento¿ ¿Cuándo es apropiado ceder un asiento?
Aunque nos referimos, en este caso, al transporte público, estas reglas pueden aplicarse en cualquier otro ámbito o situación. Los gestos de cortesía suelen ser bastante 'universales'.
Los asientos en muchos autobuses, vagones de metro y otros transportes urbanos no suelen ser muy numerosos. Por esta razón, suelen ser sitios muy 'codiciados'. Ahora bien, esta escasez no debe ser una razón para no cederlo en determinadas ocasiones que ahora indicaremos.
Si vamos sentados y vemos que hay una mujer embaraza de pie o con un niño muy pequeño en brazos -también se le puede ceder a un hombre que va con un bebé en los brazos-; o bien, vemos a una persona muy mayor; o bien observamos que una persona tiene alguna dificultad de movilidad, es apropiado y un gesto de buena educación, ceder nuestro asiento.
Te puede interesar: Ceder el paso. Cuándo cederlo. A quién cederlo
Es aconsejable, aunque no es tan 'necesario' como en los casos anteriores, ceder el asiento a personas que van con niños a su cargo, que llevan muchos paquetes o bolsas, y cualquier persona que veamos que puede necesitarlo más que nosotros.
Este tipo de gestos de cortesía se han ido perdiendo poco a poco, pero debemos tratar de recuperarlos. No es correcto hacerse el despistado, o el sueco, para no ceder el asiento a alguien cercano a nosotros que lo necesita. Hay que ser menos egoístas y más generosos.
El 'asilamiento' al que muchas personas se someten, aprovechando las nuevas tecnologías, no debe servir de excusa para tener un comportamiento poco cívico o amable.
Antiguamente cuando se cedía un asiento, para obligar, en cierta medida, a aceptar ese ofrecimiento, la persona que cedía el sitio indicaba que las normas de cortesía no le permitían volverse a sentar, aunque esa persona lo rechazara. De esta forma, la persona se sentía, prácticamente, en la obligación de aceptarlo. Esto sí que es una buena lección de cortesía y buena educación.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Una visita puede tener múltiples finalidades, pero no debe confundirse con otros actos sociales de mayor entidad
-
No es lo mismo nuestro propio cubierto que los cubiertos de servicio que utilizan todos los comensales para servirse de fuentes o recipientes comunes
-
En determinados tipos de espectáculos hay que tener cuidado si queremos tomar algo de comer.
-
Los cubiertos de mesa se debe sujetar por el mango, y de una forma determinada
-
Cambiar un regalo no debe ser un acto de puro capricho. Los regalos se pueden cambiar siempre que haya una buena razón
-
La invitación es un documento de "entrada" a una ceremonia o celebración, por lo que es apropiado llevarla siempre
-
Las instalaciones del camping debemos compartirlas con otras personas, por lo que debemos cumplir unas reglas, entre ellas, el horario que haya establecido.
-
Cuando vamos caminando por la calle es bastante habitual encontrarse con personas conocidas, con amigos o con algún familiar, sobre todo en lugares pequeños
-
En una entrevista de trabajo hay que mostrarse extrovertido sin llegar a una locuacidad extrema. Hay que hablar lo justo pero sin dejar cosas importantes sin decir
-
En un transporte público, al igual que en otros lugares, hay que guardar ciertas reglas de comportamiento
-
El beso como forma de saludo no debe ser la primera opción cuando se saluda a una persona.
-
Los novios deben hacer muchos de sus cálculos en función del número de invitados que asistan a su ceremonia y/o celebración.