Urbanidad, saludos y presentaciones.
El saludo a una persona es una muestra de cortesía y buena educación.

Urbanidad, saludos y presentaciones.
Para saludar a una persona, después de habernos descubierto la cabeza con la mano derecha, inclinaremos humildemente el cuerpo, diciendo:
"Dios guarde a Vd., caballero o señora, a usia, etc.";
o bien otra salutación analógica.
Cuando vayamos con prisa, cuando haya poco tiempo que hayamos visto a la persona que encontremos y cuando ésta nos sea muy superior en calidad, podremos saludarla sin detenernos. En este caso nos quitaremos el sombrero con la mano izquierda, si la tal persona pasase por la derecha.
Después de preguntar a una persona por su salud, dicta la urbanidad que le preguntemos también por la de su familia, y le encarguemos expresiones para ésta si la tuviésemos nosotros conocida.
Para, asirse de las manos dos personas, deben tener la precaución de quitarse el guante; y si prescinden de esta fórmula, por causa de intimidad, deberán decir:
"Salvo el guante".
En vez del saludo, se acostumbra demostrar sumisión a la persona a quien debiéramos dirigirlo, diciendo:
"A los pies de Vd., señora"; "beso a Vd. la mano, caballero".
-
16623

Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
El baile, así como otras diversiones comporta el tener que respetar alguna normas o reglas de cortesía.
-
En la antigua Roma, la sala en que se comía en los días festivos estaba alfombrada de lirios y rosas.
-
Feliz el hombre de mundo que pudiese deponer el amor propio a la entrada de una sociedad, así como deja la espada o el bastón a la puerta de la comedia.
-
Al entrar en una iglesia, si está el Santísimo expuesto, se debe hacer la genuflexión hincando las dos rodillas, inclinando la cabeza y santiguándose.
-
De las condiciones que la cortesía pide que acompañen a las palabras.
-
Antiguamente se dejaba siempre una márgen de dos o tres dedos; pero en el día solo se conserva esta cortesía con las personas superiores...
-
Reglas sencillas de cortesía, de buenos modales y de instrucción para las niñas.
-
Las personas mayores pueden enseñar a los más jóvenes muchas cosas, pero los mayores conocimientos van a venir de su dilatada experiencia.
-
En una mesa de personas de distinción, a cada servicio se cruza el cubierto en el plato para que los criados lo retiren y lo cambien
-
Los hombres que fuman, y es preciso confesar que en el día es la mayor parte, los hacen solamente por la mañana.
-
La buena crianza es la única cosa que a primera vista dispone los ánimos en favor nuestro, pues para conocer los grandes talentos es menester más tiempo.
-
Los embajadores extranjeros son particularmente invitados a las fiestas nacionales y de la corte.
