
Urbanidad de las visitas. Lección octava. Parte II.
Andar por la calle, preferencia al subir o bajar una escalera y reglas a observarse al hacer una visita.
Urbanidad de las visitas.
* Pregunta. Terminados los saludos de estilo con el caballero o señora a quien visitemos, ¿qué deberá practicarse?
Respuesta. Permaneceré en pie hasta que las personas a quienes deba respeto se hayan sentado; si encuentro personas extrañas las saludaré afablemente por el orden de respeto, y conservando siempre en la silla una postura decente, pondré sumo cuidado durante la visita en no hablar más de lo absolutamente necesario.
** Pregunta. ¿Qué otras reglas deben observarse en una visita?
Respuesta. El niño cortés solo debe dejar el sombrero en una silla o mesa (y nunca en la cama) cuando el dueño de la casa le invite por segunda vez a que lo haga, ha de levantarse siempre que llegue o se vaya alguna persona, no debe dejar su asiento para marcharse sino después de pedido el permiso a la persona visitada, y al ir a coger su sombrero ha de saludar a las señoras y caballeros que estén presentes.
*** Pregunta. Y al encontrarse una niña en una visita, ¿tendrá que atender también a otras reglas?
Respuesta. La niña urbana se pone en pie siempre que llega o se marcha alguna señora, no permite que se le haga ocupar el puesto preferente, no trata de irse sin solicitar antes el permiso de la señora o dueño de la casa, y al verificar su salida, se despide con modesto saludo de las señoras y caballeros de la visita.
* Pregunta. ¿Debe el dueño de la casa algunas consideraciones a los que van a visitarle?
Respuesta. Debe salir de la sala para recibir a la persona que va a verle, ha de ofrecerle el mejor sitio, permaneciendo siempre descubierto si fuese señora la visita, ha de acompañarla hasta la puerta cuando se vaya; y en el supuesto de no ir con caballeros dicha señora, ha de presentarle la mano para bajar la escalera y acompañarla basta el coche o hasta la puerta de la calle.
* Pregunta. ¿Qué tiene Vd. que observar más en punto a visitas?
Respuesta. Que para ir a hacerlas es preciso escoger el tiempo más oportuno, evitándolas sobre todo a la hora del desayuno o de la comida; y que las que sean de ceremonia deben ser muy cortas, como igualmente las regulares cuando se encuentre alguna persona extraña en la casa.
* Pregunta. ¿Y no tenemos obligación de volver las visitas que se nos hagan?
Respuesta. Toda visita debe volverse dentro de poco tiempo y esto ha de tener lugar al cabo de ocho días, siempre que habiendo sido convidados a una comida, o a una función cualquiera, hayamos admitido este obsequio.
* Pregunta. ¿Halla Vd. algo más que advertir tocante a las visitas?
Respuesta. Nos deben una visita las personas que nos hayan convidado a un casamiento o a un entierro a que hayamos asistido, o se la debemos nosotros a ellas cuando no nos haya sido posible la asistencia, etc.
- Urbanidad de las visitas. Lección octava. Parte I.
- Urbanidad de las visitas. Lección octava. Parte II.
-
8551
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Obligaciones generales y positivas para el Soberano, la Patria y sus Ministros
-
Entre las diversiones deben preferirse a las demás las que nos ponen en movimiento, y nos hacen ejercitar las fuerzas.
-
Cómo diseccionar aves tales como el pavo, la gallina, el capón, el pollo, el ganso, el pato, la polla de agua o gallineta, la cerceta, los pichones, el faisán, la perdiz, la becada, la codorniz, el zorzal, la cogujada, el hortolano, el picafigo, el
-
Los tocadores más sencillos reemplazan el tapiz por el linoleum, y los armarios por simples tablas adosadas a las paredes.
-
Con los hombres habemos de tratar, como con hombres y no como con Angeles; y así es necesario, que nuestra conducta con ellos sea proporcionada a nuestro estado común.
-
Sucede con los vestidos lo que con las demás cosas: la buena colocación y la limpieza son las principales condiciones de su conservación.
-
El bautismo y las obligaciones de los padrinos.
-
Si nos acompañan varias personas, después de saludar presentaremos a los acompañantes, nombrándolos por su nombre o título.
-
Cuando nuestros amigos o parientes pierdan algún individuo de su familia, nos prestaremos gustosos a acompañarlos en tan doloroso trance.
-
No conducirse con otro como no querría que se condujesen con él mismo
-
Cuando se va por las calles hay que estar atento a no andar demasiado lentamente ni demasiado deprisa.
-
Muchas cosas que eran algo, dejándolas, fueron nada; y otras que eran nada, por haber hecho caso de ellas, fueron mucho.