
Lecciones de moral, virtud y urbanidad.
Padres de familia, enseñad primeramente a vuestros hijos las cosas necesarias, en seguida las útiles, y por último, las que sirven de adorno.
Padres de familia, enseñad primeramente a vuestros hijos las cosas necesarias, en seguida las útiles, y por último, las que sirven de adorno.
Después de haber viajado un caballero español por Francia, Alemania e Inglaterra, y residido algunos años en la corte, se retiró a cuidar de sus haciendas al lugar de su nacimiento con su esposa y tres hijitos, cuyos nombres eran Jacobito, Emilio y Luisita.
Proponíase el padre que el primero siguiese la carrera militar, y el segundo la de las leyes; porque aunque el mayor tenia solamente doce años, y el segundo once, con todo, habia notado, después de muchas observaciones, la afición del uno a las armas y a todo género de ejercicios penosos, en tanto que el otro mas sedentario se entretenía en juegos pacíficos, en hojear, a cada instante, los libritos que le daban. Ya para aquel tiempo habia tenido buen cuidado de instruirlos en todo aquello que su tierna edad era susceptible de recibir con provecho. Además de esto tenia intención de enviarlos a algún colegio acreditado, donde, además de enseñar bien las humanidades y ciencias exactas, tuviesen un particular esmero en que los niños saliesen con la misma inocencia y pureza de costumbres con que entraban.
Pero antes de este paso, tan costoso a un padre que ama mucho a sus hijos, quiso darles de un modo entretenido algunas sencillas lecciones de moral, virtud y urbanidad, a fin de poner sus tiernos corazones en estado de resistir al veneno corrosivo del mal ejemplo, como sirve, en gran parte, la pintura, para que la humedad no corroa el hierro, ni pudra la madera. Con este objeto se fué, como tenia de costumbre todos los años en la canícula, a una casa de campo propia suya, situada a corta distancia del mar, y en un sitio que dominaba a una espaciosa vega. Habiendo pasado algunos dias, cuando la imaginación de los niños, alborotada al principio con la mudanza de domicilio, empezó a serenarse poco a poco, una tarde a la hora de la merienda, sentados los muchachos y su hermanita debajo de una frondosa parra, después que la madre les dio una torta pequeña y fruta delicada a cada uno, el padre les dirigió la palabra como veremos en los siguientes artículos de este portal.
-
4898
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Generalmente son los abuelos o los padrinos de boda de los padres los que sirven de padrino y de madrina al recién nacido
-
Algunos consejos generales sobre lo que más favorece a las personas en el ámbito social para hacerse agradables a los demás.
-
La urbanidad consiste en acomodar nuestras acciones a los buenos usos y modales de la sociedad
-
Es norma de cortesía tener la nariz muy limpia.
-
Pensar anticipado: hoy para mañana, y aun para muchos días.
-
El trato con las personas mayores, el respeto y la obediencia.
-
No olvidéis que el desventurado tiene necesidad de hablar de sus desgracias, pues mientras derrama sus angustias en el pecho de los demás siente como se aligera su peso.
-
La sociedad de hombres que no tuviese un punto u objeto especial, perecería por el mismo fastidio o falta de agrado.
-
Dar a los niños una idea del arreglo, que deben seguir en en sus acciones, para hacerse amar de sus mayores, iguales e inferiores
-
Declaremos ante todo, redondamente y con entera franqueza, que el matrimonio realizado con el fin único y exclusivo de captar una fortuna y de disfrutar de goces y de comodidades...
-
Antes de hablar de la cortesía que deben usar los súbditos con respeto a los magistrados, es preciso indicar las razones de obediencia, gratitud y respeto de que les son deudores.
-
Cómo escribir una carta y qué tratamiento debe utilizar la niña en cada ocasión.