Urbanidad e imagen personal. El cuidado del cuerpo.
Hay que tratar de comer solamente lo necesario y mantener el cuerpo ágil y robusto practicando de forma regular ejercicio.
Cuidado del cuerpo.
El cuidado del cuerpo debe consistir principalmente en dos cosas:
1º. En procurar conservarlo sano.
2º. En cuidar de hacerlo ágil y robusto.
Gran parte de nuestras enfermedades proviene de los excesos en el comer, ya por la cantidad, ya por la mala calidad de lo que se come.
Cualquiera pues que desee vivir sano, debe acostumbrarse con tiempo a refrenar la gula, no comiendo sino lo suficiente, y absteniéndose particularmente de aquellas cosas que más suelen dañar a la salud, como de comer demasiados dulces o demasiadas cosas saladas, o picantes, demasiada fruta, o fruta sin madurar, y de otras cosas semejantes.
Debe además evitar todo peligro de hacerse mal, no exponiéndose a dar caídas, ya poniéndose en precipicios, ya saltando apresurado las escaleras, o jugando con palos, armas y compañía. Igual cuidado ha de tener en manejar el cuchillo o cualquiera instrumento con que pueda herirse, y en no aventurarse neciamente y sin necesidad a los ardores del sol, a la lluvia, a la nieve, o a otra cualquiera cosa en suma que pueda dañar a su salud.
Pero como a pesar de todas nuestras cautelas la naturaleza humana está sujeta a varios males; cuando llegue el caso de que nos veamos acometidos de alguna enfermedad, hemos de procurar librarnos de ella cuanto antes; y para esto debemos tomar no solo sin reparo ni repugnancia, sino con ánimo y resignación, cuantos remedios se nos prescriban, y ejecutar todo aquello que se nos mande por el que esté encargado del cuidado de nuestra salud.
"Cuando llega la enfermedad, hay que librarse de ella lo antes posible"
Además de conservarla, debemos procurar que el cuerpo se haga cada día más ágil y robusto; y no consiguiéndose esto sino por medio del ejercicio, conviene acostumbrarse con tiempo al movimiento y a la fatiga, que son las dos cosas que más contribuyen a mantener el cuerpo sano, y a darle agilidad y robustez.
Es menester también hacerse con método y prudencia a sufrir el calor, el frío, y todo género de incomodidades; huyendo de la pereza y de la demasiada delicadeza, que debilitando el cuerpo, lo afeminan y ponen en estado de enfermar fácilmente con cualquiera friolera.
-
6588
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Cuando nuestros amigos o parientes pierdan algún individuo de su familia, nos prestaremos gustosos a acompañarlos en tan doloroso trance.
-
La educación de los hijos requiere emplear mucho tiempo para estar a su lado, haciéndoles ver lo que está bien y lo que está mal.
-
La pasta de almendras es uno de los mejores productos para el cuidado de las manos.
-
Muchos hay, por desgracia, que pasan en ejercicios perniciosos, en la disolución, en la embriaguez, las horas que debieran consagrar al culto del Eterno.
-
El niño es sumamente sensible y tan activo que representa el movimiento continuo.
-
Con los hombres habemos de tratar, como con hombres y no como con Angeles; y así es necesario, que nuestra conducta con ellos sea proporcionada a nuestro estado común.
-
Los secretos, la discreción y los halagos. Las acciones de las personas en sociedad.
-
Es suma descortesía hacer uso de la superioridad de modo que quede ofendido el amor propio de los inferiores infundadamente.
-
Reglas de un caballero cortés al salir de paseo con otras personas.
-
La crítica y la sátira deben atacar los vicios, ridiculizándolos, no empero a los viciosos
-
Cuando ven los niños a otro más acariciado, más alabado y más premiado por los maestros y los padres, se consumen de envidia y de rabia.
-
No se crea que este tratado sea un estimulante del lujo, ni un catecismo de imitación de los extranjeros.