La mesa y la urbanidad para los niños
En la mesa es donde con sus maneras y acciones acredita la relación que tiene la sociedad en las necesidades de la vida
La mesa y la urbanidad para los niños
Aquella urbanidad
¿Por qué dices que en la mesa se manifiesta con especialidad la fina educación de un sujeto?
Porque en ella precisamente es donde con sus maneras y acciones acredita la relación que tiene la sociedad en las necesidades de la vida.
¿Cómo debes portarte en la mesa para dar a entender tu cortesanía?
Evitando toda grosería en mis maneras sin excederme jamás ni en la comida ni en la bebida.
Y si eres convidado ¿cómo te debes producir?
Me presentaré limpio y aseado, no tomaré asiento hasta que los personas de consideración lo practiquen, y aguardaré a que por el amo de la casa, o por la persona más caracterizada se me designe el lugar donde debo colocarme.
Te puede interesar: Aquella urbanidad. Artículos históricos sobre la urbanidad
¿Qué postura guardarás colocado ya en la mesa?
Una postura sencilla, evitando ficción y coquetería, porque eso de estar retirado o arrimado con exceso da lugar a recostarse hacia atrás o a poner los codos sobre la mesa, cosa que produce ocasión de disgusto a aún a las personas que más toleran.
¿Qué uso harás del plato y la servilleta?
Colocaré el primero a una distancia moderada para no echarme sobre él al tiempo de comer, ni hallarme muy retirado si he de tomar alguna cosa líquida, y pondré la segunda, cuando lo hayan verificado los mayores, doblada por medio sobre las rodillas.
Y el vaso o copa ¿dónde deberás ponerla?
A la derecha, para dar lugar al pan que debe colocarse a la izquierda, comiendo igualmente la migaja que la corteza de éste.
Y la cuchara, tenedor ¿con qué mano se manejan?
Con la derecha, sin embargo de que algunas personas finas manejan el tenedor con la izquierda, teniendo el cuchillo en la otra, particularmente cuando comen carnes o pescados, frutas o postres sólidos.
¿Y alargarás el plato para que le sirvan el primero, y comenzarás a comer apenas le hayan servido?
No Señor, no lo mostraré hasta que el sirviente me lo pida, y no empezaré a comer hasta que lo hayan verificado los mayores.
¿Y qué me dices de aquellas maneras tan generales en los niños de soplar, oler las viandas, mirar a los platos de los demás y comer a boca llena?
Que todo esto además de poca educación, indica una gran glotonería.
¿Pues cómo deberás producirte si la comida está caliente o sí produce hastío a tu vista?
La extenderé ligeramente en el plato para que algún tanto se enfríe, o dejaré de tomarla retirando el plato con modestia.
Y si las viandas son de tu gusto, ¿elegirás lo mejor para tí sin considerar el de los demás?
No Señor, sino que tomaré del manjar que se me presente por el lado de la fuente que me haya correspondido.
- La mesa y la urbanidad para los niños.
- La mesa y la urbanidad para los niños. II.
-
18328
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Generalmente son los abuelos o los padrinos de boda de los padres los que sirven de padrino y de madrina al recién nacido
-
Un tratado sobre el estilo epistolar, que servirá de ayuda a las gentes con el fin de aprender a ordenar y expresar sus ideas.
-
Hablándose de literatura o de alguna ciencia, no aventuréis vuestra opinión, sino tenéis algún conocimiento del objeto de que se trate
-
Es la manera de portarnos correctamente con nuestros semejantes. La acción o demostración con que una persona manifiesta a otra la atención, respeto o afecto en que la tiene.
-
Cartas utilizadas para recomendar a un sujeto por sus méritos poniendo de manifiesto sus buenas cualidades.
-
El paso apresurado es mal visto, así como el pesado, el artificioso y femenil da a entender soberbia o livianidad.
-
Es muy indecoroso agachar la espalda, como si se tuviera un pesado fardo sobre los hombros.
-
El que se equivoca y tiene la franqueza de confesarlo, obra con nobleza. El que trata de evadirse de alguna cosa por medio de una mentira, es un hombre despreciable y cobarde.
-
Nuestros buenos abuelos que sabían vivir bien, apreciaban mucho el rincón del fuego.
-
Nunca hables contra todos los sujetos de una clase o especie, porque te puedes atraer un gran número de enemigos.
-
Cesados los peligros de las bellas, ya no fue necesario para ser admitido en estas tertulias, haber roto muchas lanzas en honor de una princesa o de una dama.
-
Para tener vestidos recatados es preciso que en ellos no haya apariencia alguna de lujo ni de vanidad.