
Nociones de urbanidad para los niños
La urbanidad es el modo de conciliar agradablemente lo que uno debe a los demás con lo que se debe a sí mismo
BiblioArchives
Nociones de urbanidad para los niños
Aquella urbanidad
Dime, niño, ¿qué entiendes por urbanidad o cortesanía?
El modo de conciliar agradablemente lo que uno debe a los demás con lo que se debe a sí mismo.
Muy bien: y ese modo de conciliar deberes respectivos, que llamas urbanidad ¿es necesario en toda sociedad?
Si señor, porque siendo la urbanidad un conjunto de virtudes civiles emanadas de las virtudes cristianas, no puede haber verdadera sociedad sin caridad, ni practicarse bien esta virtud sin cortesía.
Y ¿qué comprendes tú por cortesía?
Cierto cuidado que todos debemos poner en el trato y comunicación con nuestros semejantes, para conseguir que queden complacidos y nosotros muy honrados.
Te puede interesar: Aquella urbanidad. Artículos históricos sobre la urbanidad
¿Es lo mismo cortesanía que amistad?
No señor, porque el hombre bien puede vivir sin amigos, pero no sin sociedad, y no puede haber sociedad sin cortesía.
Y ¿hay cortesía falsa?
Sí por cierto, y muy común en el mundo entre los hombres dobles, simulados o poco sinceros, y constate en la manifestación de sentimientos afectuosos que no se tienen.
Y ¿qué diferencia encuentras entre un hombre que carece de cortesanía y otro que falsamente la practica?
La que se halla entre un diamante sin pulimento y una víbora de riquísimos colores; porque el primero, aunque rudo y sin brillantez, tiene intrínseca su bondad, y la segunda oculta su veneno bajo la hermosura de sus formas.
Y un hombre cortés, ¿en qué se diferencia del que no lo es?
En que el primero es como el diamante pulimentado y brillante por las reglas de una fina e ingeniosa cortesanía, y el segundo, en que no manifiesta su brillo y su valor a causa de su rusticidad e ignorancia.
Luego ¿necesitamos aprender ciertos deberes que nos enseña la moral civil para vivir en sociedad?
Sí señor, porque todos ellos son hijos de la moral cristiana.
-
18320
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
La imitación cuando es burla no es un comportamiento correcto ni educado. Hay que imitar a las personas urbanas y de buena crianza.
-
En las discusiones de sentimiento, la justicia y la cortesía ordenan que apeléis a la decisión de la mujeres, puesto que en estas materias su juicio es más exquisito y más seguro
-
La descortesía sube de punto a medida que la parte que nosotros nos llevamos excede a la que queda individualmente para los otros.
-
En el besamanos, grandes, nobles, oficiales de la Casa Real, del gobierno y de las Cortes, del ejército y la armada, alto clero, y "caballeros de gran renombre", titulares y grandes, damas y las esposas de los oficiales superiores...
-
Amistades nuevas son, en el moderno concepto de la frase, las resultantes del conocimiento superficial y del cambio de atenciones a que nos obliga la convivencia...
-
El que está dominado por los hábitos de la pulcritud y buena crianza se hace al mismo tiempo más sobrio, más arreglado, más pronto a cumplir con sus deberes.
-
La impresión que produzca en ellos su conducta y sus bellos sentimientos, le harán incomparablemente más honor que el triunfo de sus atractivos.
-
Leonardo Da Vinci destacó en múltiples disciplinas. Sus inventos han sido admirados en épocas posteriores
-
La salutación es la piedra de toque del buen gusto. Hay mil maneras de saludar según las personas a quienes se saluda.
-
En una conversación hay personas que pueden hablar de muchas cosas porque su nivel cultural se lo permite.
-
La pieza destinada para comer, estará ordinariamente montada con menos aparato que las piezas de recibo
-
Jamás nos acerquemos tanto a la persona con quien hablamos, que llegue a percibir nuestro aliento. Es una falta de cortesía y una invasión de su espacio personal