Conversar, hablar y los buenos modales
Hablar con otras personas requiere tener algunos conocimientos sobre cómo manejarse de forma correcta en una conversación

foto base Anna Samoylova - Unsplash
Los buenos modales al conversar y al hablar
Aquella urbanidad
El 'Tratado de urbanidad para uso de las escuelas' nos propone una serie de consejos para no perder los buenos modales en las conversaciones que mantenemos con los demás.
¿Permite la urbanidad que se interrumpa al que habla?
El niño urbano, no solo no ha de cortar la palabra al que habla, sino que tampoco ha de manifestar ansia de que concluya.
¿Dirigirá usted la vista al rostro de la persona con quien hable?
Fijar de hito en hito la vista en el rostro del que está hablando es cosa que la política reprueba, pero deben dirigírsele los ojos de manera que conozca la atención con que oimos sus palabras.
¿Me dirá usted alguna de las cosas que repugnan a la urbanidad?
Te puede interesar: Aquella urbanidad. Artículos históricos sobre la urbanidad
Da muestra de poco civil el que cruza los pies, el que hace crujir los dedos, y el que bosteza; pero incurre en una grosería imperdonable el que se suena de un modo ruidoso, y más aun el que se despereza.
¿Y qué hará usted si hablando con una persona, tiene usted necesidad de toser, escupir, etcétera?
Si no puedo evitar el toser y escupir delante de otras personas, volveré la cara al lado opuesto; para bostezar taparé la boca con la mano; y para sonarme lo haré sin ruido, evitando, como cosa asquerosísima, mirar y restregar lo que han soltado las narices.
¿Debe usted tener alguna regla en el hablar?
Con las personas de respeto hablaré siempre en tono más bien alto que bajo, sin precipitarme, y evitando el altanero desdén y la afectación empalagosa.
¿Es permitido delante de varias personas hablar en secreto con una de ellas?
La Urbanidad exige que la conversación sea general, pues el particularizarla indica desprecio de las otras personas, o da a entender que se habla de ellas.
¿Hay que observar alguna otra regla estando en compañía de otras gentes?
En concurrencia de varias personas no cruzaré la sala, pasando por delante de ellas; no les volveré jamás la espalda, ni me mezclaré en la conversación sin que se me inste o, a lo menos, insinue.
-
16360

Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
¡Cuántos hombres hay que no serían tan malos si sus padres hubieran tenido el mismo cuidado con ellos que tiene el vuestro con vosotros!
-
Al comer hay que hacerlo de tal modo que los carrillos no se inflen, y es totalmente contrario a la educación tener al mismo tiempo los dos carrillos llenos.
-
Aprender a manejar los cubiertos, el uso de la servilleta y comer de forma correcta los alimentos es algo imprescindible en la educación de cualquier persona
-
Reglas sencillas de cortesía, de buenos modales y de instrucción para las niñas.
-
En llegando a la escuela, hará cuenta, que entra en la casa de la persona más respetable, por consiguiente, tendrá el debido respeto a este lugar y al maestro.
-
Un hombre, pues, que recibe en su casa a otro, debe tener cuidado de que todo el mundo esté cómodamente, y nada encuentre en qué reparar, ni en su conducta ni en sus costumbres.
-
Educando se instruye; instruyendo se educa; es, por tanto, muy difícil señalar la línea divisoria entre la educación y la instrucción
-
Estamos obligados a sentimientos piadosos y a modales benévolos con todos.
-
Los modales en la mesa son como los cubiertos, hay que saberlos utilizar de forma correcta.
-
La atención y el respeto en el café, al entrar y al salir.
-
La vanidad contribuye a hacer más activo el estímulo de la curiosidad, porque hay una satisfacción en poder decir, yo lo sé, yo lo he visto.
-
Las actividades de las señoras en sociedad. Los elogios que recben de los caballeros.

