
Alabanzas y agradecimientos en sociedad.
Fraseología urbana para las principales ocurrencias de la vida social.
Alabanzas y agradecimientos en sociedad.
Cuando a una niña la alaben en su presencia, guárdese de responder groseramente, como algunas, con las palabras: "Vd. se burla, o trata de divertirse a costa mía"; sino modestamente con estas u otras análogas: "es favor que Vd. me dispensa o que debo a la bondad de Vd., he cumplido solamente con mi deber"; "Vd. me confunde con sus elogios de que no soy digna, es Vd. demasiado indulgente conmigo"; "su excesiva benevolencia le ciega a Vd. sin duda"; según el caso, se dice: "celebro su buen humor".
Si una persona nos prestare algún servicio, o nos regalare alguna cosa, le agradeceremos su esmero con estos u otros términos semejantes: "estimo el favor de Vd."; "aprecio muchísimo su atención"; "acepto su fineza con el mayor gusto, y le doy a Vd. mil gracias".
Al citar un obsequio que hayamos recibido de una persona, mayormente si es superior, en vez de decir: "D. N. me visitó"; "la señora Tal cumplió mi encargo", podrán usarse estas expresiones: "D. Fulano me hizo el honor o tuvo la amabilidad de visitarme"; "la señora de Tal se tomó la molestia de cumplir con mi encargo".
-
12852
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Hay que evitar en todo caso la soberbia, la avaricia, la obscenidad en las palabras y en los hechos, la ira o cólera, la gula, la envidia, la pereza o poco apego al trabajo...
-
Ningún convidado debe mostrar repugnancia, ni menos negarse a cualquiera exigencia directa o indirecta del amo de la casa.
-
Ofendemos al prójimo en la hacienda siempre que con violencia o con engaño usurpamos o retenemos injustamente lo que es suyo.
-
Nuestros vecinos los ingleses dan una grande importancia al arte de ponerse la corbata.
-
Hay ciertas cosas que nos disgustan por lo que toca a los demás, y otras que nos incomodan con relación a nosotros mismos.
-
En una visita el tiempo se nos antoja más breve o más prolongado, según que nos cautive o nos enoje la conversación de la persona que nos recibe o a la que hemos recibido
-
No es lo malo escrutar; lo malo es que el afán de investigación se traduzca en juicios críticos, en comentarios que única y exclusivamente pueden redundar en daño ajeno
-
No olvidéis que el desventurado tiene necesidad de hablar de sus desgracias, pues mientras derrama sus angustias en el pecho de los demás siente como se aligera su peso.
-
El joven no debe huir de la conversación de las mujeres honestas, porque solamente en compañía de ellas aprenderá a templar la efervescencia de la edad, y a dar finura y gracia a sus modales
-
La misma vanidad que nos deslumbra y arrastra a mil extravagancias, y aun locuras, es la que destruye y disuelve el logro de nuestras mismas ideas.
-
La mayor parte de la culturas en el mundo tienen un gran respeto y veneración por sus ancianos.
-
Cómo debe proceder una niña bien educada con estas personas.