Aquella urbanidad Página 24
Urbanidad y buenas maneras de épocas pasadas
A lo largo de toda la historia distintos autores, articulistas y personajes anónimos han hecho referencia, de una manera directa o indirecta, a temas sobre cuestiones de educación, buenas maneras, cortesía...
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La urbanidad encierra una misión mucho más dulce y más suave que la de dar elegancia a nuestras maneras e iniciarnos en las prácticas escogidas de una sociedad de buen tono.
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La urbanidad encierra una misión mucho más dulce y más suave que la de dar elegancia a nuestras maneras e iniciarnos en las prácticas escogidas de una sociedad de buen tono.
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Deberes respectivos entre nacionales y extranjeros.
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Deberes respectivos entre la persona que exige un servicio, y aquella a quien se exige.
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Deberes respectivos entre artistas, autores y el público.
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Deberes respectivos entre las preceptores y los padres de sus alumnos. Entre los jefes de oficinas públicas y las personas que entran en ellas.
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Deberes respectivos entre abogados y clientes. Entre médicos y enfermos.
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Deberes respectivos entre sacerdotes y seglares. Entre magistrados y particulares. Entre superiores e inferiores.
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De los deberes respectivos, entre los padres y los hijos. Entre los esposos.
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Una carta no es otra cosa que una conversación escrita, y debe emplearse en ella un estilo fácil, natural y sencillo.
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Para hacer un regalo se necesita un tacto exquisito y suma delicadeza, sobre todo cuando se hace a personas que puedan necesitarlo.
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Para vivir en casa ajena, se necesita mucha prudencia y tolerancia; pero que esto no sea hasta el extremo de mostrarnos esquivos a la cordialidad y franqueza.
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El bautismo y las obligaciones de los padrinos.
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Ordinariamente se guarda un profundo secreto sobre los preliminares del matrimonio, porque siempre puede sobrevenir un rompimiento.
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Cuando nuestros amigos o parientes pierdan algún individuo de su familia, nos prestaremos gustosos a acompañarlos en tan doloroso trance.
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El juego es, como la mesa, una piedra de toque de la educación.
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El juego es, como la mesa, una piedra de toque de la educación.
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Cuando queramos dar una reunión, convidaremos verbalmente a las personas de nuestra confianza, y por escrito a las de etiqueta.
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Ningún convidado debe mostrar repugnancia, ni menos negarse a cualquiera exigencia directa o indirecta del amo de la casa.
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Cuando se trata de dar una comida, es preciso que todo esté dispuesto para el momento en que lleguen los convidados.
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El que convida, jamás debe alabar lo que aparece sobre la mesa, ni excusarse de la mala comida que ofrece.
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Las costumbres domésticas influyen notablemente en el modo como nos conducimos entre extraños; porque no basta saber las reglas de buena crianza, es preciso tener la costumbre de practicarlas.
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En la mesa no tomaremos en las manos, ni tocaremos otra comida que el pan destinado para nosotros.
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La presentación se hace indicando el nombre de la persona presentada y sus títulos a aquella a quien se presenta.
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Las visitas son indispensables para sostener las buenas relaciones de la amistad, y es preciso que pongamos especial cuidado en hacerlas oportunamente.
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Los distintos tipo de visita son necesarios para mantener activa nuestra vida social.