Elegir una cristalería para poner en la mesa. Tipos de copas. El cuidado de las copas y la cristalería
Las piezas básicas con las que debemos contar en una cristalería son: copas de agua, copas de vino y copas de cava o champán
Cómo colocar las piezas de una cristalería en la mesa: dónde poner cada copa y cada vaso
La delicadeza de las formas y el color del cristal de unas copas, vasos y cualquier otro elemento a colocar en una mesa puede ser un motivo destacado en el conjunto decorativo de una mesa elegante.
Elegir una elegante cristalería, junto a una buena vajilla y a una estupenda cubertería, marcan la diferencia entre una mesa común y una mesa elegante. Utilizar unos vasos y unas copas de calidad pueden ayudarnos a mejorar en buena medida la 'imagen' de nuestra mesa -y por extensión, al de los anfitriones-. No hay nada más agradable para beber que hacerlo con una copa de buen cristal.
Cuando queremos poner una mesa elegante podemos optar por elegir copas con diseños sencillos y de cristal transparente (debemos evitar el uso de copas de color). Las cristalerías de color, deberían ser usadas solamente para ocasiones más informales, aunque hay diseños verdaderamente refinados y la moda también tiene su influencia en la mesa.
Como comentamos cuando hablamos de los cubiertos, a la hora de elegir una cristalería sería bueno evitar, en la medida de lo posible, copas de formas complicadas, o diseños demasiado vanguardistas que nos hacen dudar a la hora de saber cuál es la copa de agua o cuál es la copa de vino. Además, la copa es un elemento 'funcional' de la mesa, y si no cumple su función, se convierten en un mero elemento decorativo. La copas y los vasos son para beber y deben facilitar este cometido.
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Piezas básicas que debe tener una cristalería
Las piezas básicas con las que debemos contar en una cristalería son:
- copas de agua,
- copas de vino y
- copas de cava o champán.
Si tenemos una intensa 'vida social' podemos comprar una cristalería más completa o bien comprar algunas piezas sueltas. Por ejemplo, podemos tener unas copas para tomar un vino de Jerez o un Fino, copas para el vermú -vermouth-, vasos de whisky, copas para el coñac o brandy, etcétera.
Lo que comentamos con el tema de la cubertería, ocurre con la cristalería. Hay una gran variedad de piezas -en cuanto a tamaños, colores, formas...- que podemos encontrar en el mercado y que pueden ser casi ilimitadas. Cada bebida tiene su copa, en la mayoría de los casos. Si nuestra cristalería no cuenta con algunas piezas que nos gustaría tener -como hemos comentado antes copas de coñac, de Jerez, etcétera- las podemos encontrar en el mercado en una amplia variedad de diseños, formas y colores.
El uso de las copas y su cuidado
Las copas, y cualquier otra pieza de cristal, quedan muy brillantes si se lavan con una combinación de agua con vinagre y se dejan secar en un escurridero, sin frotarlas con ningún paño. Si la cristalería es muy fina, hay que tener cuidado con los cambios bruscos de temperatura al fregarla o sacarla del lavavajillas, ya que una corriente de aire podría resquebrajar o romper algunas piezas. Si tiene algún resto pegado, nunca utilice un estropajo metálico, ya que podría rayar el cristal.
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Consejos de utilización de los vasos y las copas en la mesa
No hay que usar una copa como si fuera un servilletero. No es nada elegante meter la servilleta dentro de una copa, al menos en las comidas más formales. Si es algo familiar puede resultar hasta divertido.
También hay que evitar emplear cristalerías muy talladas o de cristal de color -aunque sean tendencia-, pues privaríamos a nuestros invitados de apreciar el color y el cuerpo del vino, del cava o del champán.
Un vaso o copa se pone en la mesa sin ningún tipo de mancha, evitando que tengan alguna rotura o grieta, o cualquier otro tipo de desperfecto. Es una pieza importante en la mesa y, además, nos la vamos a llevar a la boca.
Si hay dos copas de vino, la del vino blanco suele ser de menor tamaño, debido a que este tipo de vino se debe tomar "bastante frío" y se sirve menos cantidad, pero más veces.
Resumiendo, no es habitual colocar en la mesa más de 4 tipos de copas a la vez. Cuando hay poco espacio, es mejor poner solo la copa de agua, y dos de vino, una para el vino blanco y otra para el vino tinto. Si únicamente se va a servir un tipo de vino, podemos poner solo la copa de agua y la de vino. En el caso de necesitar poner más copas a lo largo de la comida, se pueden poner en ese mismo momento.
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