
¿De tú o de usted? Qué tratamiento de cortesía utilizar en cada momento
Es un lío. Entre el tú y el usted hay un mundo. "Oiga: ¿y si nos tuteáramos?"
Cristina Gottardi - Unsplash
Cómo tratar a las personas: ¿de tú o de usted?
Es un lío. Entre el tú y el usted hay un mundo. "Oiga: ¿y si nos tuteáramos?". Y a partir de ese momento la relación con la misma persona, varía consustancialmente.
Desde luego si, hoy en día, a uno le empiezan tratando de usted, ya se puede ir apuntando a El Ocaso. Antiguos tratados de urbanidad al margen, ¿a partir de qué años, presencia, condición o estado, se debe pasar del tú al usted? O al revés. Acertar será casi una obra maestra. Y ya se sabe lo raras que son las obras maestras. Los jóvenes imitan a los jóvenes. Y los viejos también. Con lo cual el tuteo no es cuestión de edad, es transversal; al gusto.
En su día la progresía trataba a púberes y ancianos de tú, era su candorosa manera de eliminar las diferencias sociales. Claro que, como hoy algunos pijos, pronunciaban el usted poniendo los labios como un culo de gallina. Una metáfora antiestética. Por supuesto que el tuteo es más moderno, desacomplejado, y a menudo inadecuado.
Ante la duda y por si acaso, los andaluces, en un acierto verbal, lo han solucionado: "¿Cómo estáis ustedes?". Por ejemplo: Si el que escribe, sea articulista, periodista, novelista, corresponsal o poeta, ¿cómo deberá dirigirse a su posible lector? "¿Tú, querido lector?". "¿Usted, querido lector?". El tratamiento de usted es más cortés, más respetuoso, más preventivo; pero no todos los escritores se quieren distanciar de sus lectores.
Te puede interesar: Los tratamientos de cortesía en España
A Hemingway le horrorizaba, por eso siempre buscó las palabras más fáciles y entendibles; creía, nunca se sabrá si con razón, que el diccionario debía permanecer en el trastero. Faulkner se lo echó en cara. En cambio hay autores exquisitos que se aplican en utilizar el sinónimo más alambicado, quizá piensen que, como más ininteligibles sean, más los valorarán. Nunca se sabe.
Hay profesiones que se prestan más al tuteo: actores, toreros, directores de orquesta, pintores... hasta que llegan al tratamiento de maestro, y la cosa cambia. Como que nos movemos entre prejuicios, no es lo mismo el reconfortante tuteo de un médico en su consulta, a que nos tutee la dependienta de un establecimiento. "¡Qué se habrá pensado esta, a mi edad...!". Y es que estamos hechos de un material demasiado arbitrario. Y sensible. En fin... Uno ya no sabe a quién tutear y a quién no ¿No le parece, amable lector? Total: esto es un lío.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Cómo gestionar el espacio personal en los aviones cuando queremos reclinar nuestro asiento. El difícil equilibro entre el confort y las reglas de cortesía
-
Arturo Pérez-Reverte nos deleita con una anécdota muy curiosa sobre el "machismo" de los buenos modales
-
Los asistentes al enlace deben llevar bien aprendida la lección y no olvidarse de ninguno de los puntos: ¿Cómo hay que ir vestido? ¿Cómo se saluda? ¿A qué hora hay que estar en la Iglesia?
-
Los perfumes puede ser tan agradables como molestos para otras personas cuando se utilizan en cantidades adecuadas o no tan adecuadas
-
-
Antes de nada recordar, que no se debe confundir la figura del conductor con la figura del chófer
-
La cortesía ha sido vista durante siglos como la gramática y la retórica de la vida cotidiana, es decir, como la clave para descifrar la sociedad e introducirse en ella
-
Los regalos pueden ser complicados de gestionar. En ocasiones, tenemos en el armario algún regalo que nos han hecho y que está sin usar
-
¿Qué debemos contestar a una pregunta indiscreta o alguna cuestión impertinente?
-
Es una verdadera desgracia soportar la asociación de un mal jugador que triunfa con estrépito cuando gana o se irrita cuando pierde
-
Vestir como cada uno quiera no siempre es posible. Al menos en el Congreso.
-
Conocerse bien a uno mismo es una cuestión fundamental para poder tener unas relaciones sociales de 'calidad'