
Cuánta propina debemos dejar en un restaurante de lujo. La propina, ¿es proporcional al lujo?
La propina siempre es un tema controvertido. Hay tantos defensores como detractores sobre el tema de las propinas. Están los consideran que se ayuda y los que afirman que se perpetúa el remunerar poco a este tipo de empleados
protocolo.org
Consejos de etiqueta para dejar una propina en un restaurante de lujo o de alto nivel
El tema de la propina -esa gratificación de dinero que se da voluntariamente para agradecer un servicio puntual- es muy diferente según el país en el que estemos. Hay países donde es totalmente voluntario, como en España o Italia, por poner dos ejemplos. Pero hay países como en los Estados Unidos, donde la propina es una 'obligación' porque es la forma en la que muchos trabajadores de la hostelería se ganan gran parte de su sueldo -porque no suele ser muy alto su salario-. Casi podemos afirmar que, prácticamente, viven de las propinas. El sueldo se lo pagan 'literalmente', en su mayor parte, los clientes.
Casi todo el mundo tiene muy claro que suele dejar una propina en un bar, en un pub, en un taxi... pero si vamos a un restaurante de lujo, en el que la cuenta suele ser 'abultada', ¿hay que dejar una propina? O pensamos que es suficiente con pagar esa 'hermosa' factura porque presuponemos que sus empleados estarán bien remunerados.
Los empleados hacen su trabajo
Consideramos, que cuando alguien va a un establecimiento de lujo es porque puede pagarlo. Si puede pagarlo, seguramente podrá dejar también una buena propina. Según indican algunas guías de viajes, dejar menos de un 15% de la cuenta no sería muy apropiado. Lo más habitual es dejar entre un 15-20% de propina. Sí, aunque nos parezca mucha propina.
Te puede interesar: ¿Qué hay detrás de una propina? La propina y sus orígenes
Si queremos reconocer un servicio excepcional podemos dejar un 20% del importe de la cuenta. Tampoco hay que ser excesivos con la propina porque no hay que demostrar nada, sobre todo cuando cenamos con un grupo de personas. Las propinas ostentosas no son de buen gusto.
Anécdotas de los camareros de los establecimientos de lujo
Las anécdotas que nos cuentan algunos camareros de restaurantes de lujo son muy diversas, pero nos ofrecen una idea general del comportamiento de algunos clientes.
Hay clientes que cuando el almuerzo o la cena es para muchas personas dejan más propina por el esfuerzo adicional que supone dar un buen servicio a más personas. No es lo mismo servir una mesa de 2 o 3 personas que servir a 10 o 12 personas, por poner un ejemplo. Además, habrá que repartir entre más camareros, porque uno solo no va a servir a todos los comensales.
Nos hemos encontrado con otros clientes, comenta un camarero de un conocido restaurante, que sacan del importe de la propina el coste de la bebida. Es decir, pueden gastar cientos de euros, e incluso miles, en vinos muy caros, champanes de marcas reconocidas, etcétera, pero únicamente dejan una propina por el importe de la comida.
En definitiva, el tema de las propinas es bastante controvertido por lo que tiene de 'complemento salarial'. Complemento que no sería necesario si el personal de este tipo de establecimientos tuviera asignado un sueldo digno y acorde a su trabajo. ¿Ayudamos con la propina a seguir manteniendo un grupo de trabajadores que están mal pagados? Esa es la gran duda y la gran incógnita que nos solemos plantear cuando vamos a dejar una propina.
Al final es una decisión personal. Hay quienes afirman que la propina perpetúa los salarios bajos en el sector de los servicios. Otros, en cambio, lo ven como una gratificación complementaria por un buen trato y servicio. Hay opiniones para todos los gustos.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
El protocolo podemos decir que surge desde el mismo momento en el que hombre socializa
-
Algunas recomendaciones extraídas de la conferencia “Educación, ceremonial y protocolo” de la experta en etiqueta social Maria Eugenia Chikoff.
-
Toda persona bien educada, es necesariamente oficiosa, y se ve asomar a sus labios la sonrisa.
-
Aprender a escuchar es fundamental porque es la otra 'pata' de la buena comunicación: una es hablar y otra es escuchar
-
Cumplir las normas. Si en los establecimientos donde va hay normas, como no tocar los artículos, no situarse en zonas de paso para charlar o prohibido hablar por el teléfono móvil, etc. hay que respetarlas
-
El golf es uno de los deportes que cuentan con unas reglas muy claras sobre lo que se puede o no se puede hacer. Pero el comportamiento de algunos jugadores deja mucho que desear
-
Las flores son uno de los detalles o regalos más socorridos y menos arriesgados para cumplir con algún pequeño compromiso
-
La compasión es el sentimiento de tristeza o ternura que nos produce el dolor o sufrimiento de otra persona
-
Detengámonos a evaluar la inmensa preponderancia de los modales, la cortesía y, especialmente, sus repercusiones en la armónica coexistencia y el bienestar psicológico
-
Etiqueta social: 'Es una imprescindible herramienta de conducta y convivencia humana que está destinada a hacer más grata nuestra existencia y, por lo tanto, enriquece la calidad de vida de nuestro entorno'
-
Cuando una mujer está embarazada sus amigas le ofrecen una fiesta previa a dar a luz. Es lo que se conoce como baby shower
-
Hay que conocer las disposiciones y tipos de mesas para establecer correctamente las presidencias.