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Buenas maneras en la oficina. Trato y cortesía en la oficina

El trabajo requiere, en la mayor parte de los casos, que se relacione con otras personas

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Mujer de negocios
Mujer de negocios. Mujer de negocios

Cortesía y buenas maneras en la oficina

Las relaciones en el entorno laboral, como pueden ser las que se tienen en una una oficina, deben ser lo más cordiales posibles para tener un ambiente de trabajo cómodo y apacible. Para conseguir este buen ambiente laboral es necesario conocer algunas reglas o normas de cortesía, la mayoría de ellas no escritas, que van a mejorar nuestro trato diario con los compañeros de trabajo, con nuestros jefes y con nuestros empleados.

Reglas de cortesía y buenos modales en la oficina

Entre los principales reglas a tener en cuenta debemos destacar -son solamente una pequeña relación no exhaustiva-:

1. Puntualidad: no perjudicar a los demás ni a nosotros mismo

Debemos llegar puntuales tanto al trabajo como a las distintas reuniones que podamos tener durante el día. Aún, debemos ser mucho más puntuales si somos los protagonistas o una parte principal de la exposición de un proyecto o de cualquier otro asunto. No se deben admitir nada más que unos minutos de cortesía. Las reuniones suelen ir encadenadas, y esperar mucho tiempo por alguna persona supondría un retraso considerable en el resto de las citas, compromisos u otras reuniones del día.

2. Dónde hay que sentarse: un sitio para cada persona

En una sala o despacho, el sitio de cabecera es el reservado para el jefe o directivo de mayor representación. El resto de puestos pueden adjudicarse en función de distintos criterios que poco tengan que ver con una precedencia oficial, como puede ser por razones de efectividad o de interés, entre otras.

3. Caminar por la oficina o por un pasillo

Si caminamos junto a otras personas hay que evaluar el espacio disponible en el pasillo; no se puede ocupar todo el pasillo (aunque luego se haga con demasiada frecuencia). Si caminanos junto a una persona, la derecha es lugar de preferencia. Si caminan tres personas en paralelo, el del centro es quien cede el paso (en la entrada de una puerta, por ejemplo) primero a la persona que camina a su derecha y luego a la persona que camina a su izquierda.

4. Bien sentados: guardar la compostura

Cuando estamos sentados no debemos cruzar las piernas y mucho menos quitarnos los zapatos pensando que no nos verán. Podemos cruzar los pies, si estamos más cómodos, al nivel de los tobillos. Tampoco es una postura muy "ortodoxa" sujetarse la cabeza con la mano, como si nos pesara. Debemos sentarnos bien derechos, pegados al respaldo de la silla pero sin adquirir una postura demasiado rígida; pegado al respaldo, no recostado. Tampoco es muy apropiado esconder las manos debajo de la mesa. Mejor a la vista, encima de la mesa.

Pausa para el café
Oficina. Pausa para el café

5. Gestos: lenguaje no verbal

Cuidado con los gestos como pasarse el dedo por el cuello de la camisa, aflojarse y apretarse el nudo de la corbata, jugar insistentemente con un bolígrafo, lapicero, clip, repiquetear los dedos en la mesa, etcétera. Podemos molestar y poner nerviosos a los demás asistentes. Hay gestos o acciones que deberíamos evitar como mover papeles y otras cosas constantemente, rascarse algunas partes del cuerpo, meterse el dedo en la nariz o en la oreja... dicen muy poco en nuestro favor. También, con los gestos, podemos demostrar aburrimiento, cansancio y otras muchas cosas.

6. Ceder el paso: cuestión de buenos modales

Al entrar a una sala o despacho hay que ceder el paso a la persona de mayor importancia, generalmente el jefe o algún ejecutivo de la empresa. Da lo mismo que quien nos acompañe sea una secretaria; en el entorno laboral prima el cargo sobre el sexo y la edad. En el caso de salir de un despacho, el último en salir es el ocupante o dueño del despacho. El movimiento de personas se hace, generalmente, de forma inversa a como se ha hecho a la entrada.

7. Presentaciones: quién presenta a quien

En el caso de las presentaciones, éstas se hacen de la misma manera que en otros ámbitos sociales: de menos a más. El de menor rango es presentado al de mayor rango. Y a mismo rango, se pueden utilizar el criterio de la edad y el sexo.

8. Respeto: hay que saber respetar turnos, opiniones...

Los turnos para hablar o preguntar se deben respetar. No es educado hablar todos a la vez. Tampoco hay que gritar o vocear, para que nos oiga o para "tapar" las intervenciones de otros participantes. Hay que esperar nuestro turno. No se deben decir tacos, palabras malsonantes o groserías. No se lanzan objetos o se amenaza físicamente (mucho menos llegar a los empujones o agarrones -lo que comúmente se dice como "llegar a las manos"-). Ante todo hay que respetar a los demás y a sus ideas. Entenderlas y respetarlas aunque no las compartamos.

 

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