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El desarrollo físico de nuestro hijo debe ser complementado con el desarrollo moral y la educación en valores

foto base Victoria_Borodinova - Pixabay
Poner en práctica los valores que se aprenden en casa
Para todos nosotros es evidente que nuestros hijos tienen un desarrollo físico y un desarrollo intelectual, pero recientemente se ha empezado a hablar también de un desarrollo moral, que se manifiesta en la forma como el niño puede ir poniendo en acción los valores que aprende en casa, en la escuela o por otros medios.
Este desarrollo moral va de la mano del desarrollo intelectual; cuando el niño comprende más cosas sobre sí mismo y sobre el mundo que lo rodea se le presentan también situaciones más complejas sobre las que debe resolver y tomar decisiones.
Tomemos el caso de Carlitos de cinco años de edad que tiene un hermanito de un año llamado Pedro. Un día, estando los dos hermanos en el parque con su mamá, el pequeño Pedro ve una pelota que llama su atención, va tras ella y la toma. Carlitos preocupado ve que el dueño de la pelota, un niño de tres años, se pone a llorar al ver que Pedro tomó su pelota. Carlitos sabe que no puede tomar lo que no es suyo; Pedro, en cambio, todavía no ha desarrollado este sentido de la pertenencia, no ve ningún problema en tomar lo que le gusta; se pone a llorar cuando su madre intenta quitarle la pelota para devolvérsela al dueño.
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Con este ejemplo, podemos ver claramente a lo que nos referimos con el desarrollo moral. Carlitos es capaz de entender la diferencia entre lo que se debe hacer y lo que no. Pedro, en cambio, todavía no puede realizar este proceso.
La formación de esta conciencia moral empieza a darse cuando el bebé ve que sus padres aprueban ciertas conductas y desaprueban otras, por eso es tan importante que seamos conscientes de esta educación moral que damos a nuestros hijos a través de los actos más simples y cotidianos.
Formar un niño en valores significa formar mejores personas. Fomentado el crecimiento interior de los niños se ayuda a transmitir estos valores a base de hacerles ver su importancia. Hay que ser muy constantes e insistentes.
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