Educar, haz lo que quieras
Hay algunos padres que deciden que sus hijos han de ser libres y crecer sin represiones

foto base LorileeAlanna - Unsplash
La libertad no debe estar reñida con la buena educación
Hay algunos padres que creen que toda disciplina ahoga la creatividad del niño y prefieren que su hijo crezca a su aire y sea absolutamente libre.
Confiados en dejar que el niño haga todo lo que quiera es la mejor manera de evitarle traumas en la edad adulta. Dejan que su pequeño golpee, arrebate, diga groserías, falte al respeto...
Como consecuencia de esta mala educación, a este tipo de niños muy pronto se les deja de invitar a fiestas y se les evita lo más posible. El niño aquí resulta víctima de una educación que pretendiendo apoyar su derecho a ser libre se olvida del respeto que los se merecen.
Te puede interesar: Niños educados. Niños con buenos modales
¿Cómo puede saber exactamente un niño de un año o incluso de cuatro o de cinco qué es lo que quiere? Si según hemos dicho el desarrollo de la conciencia en el ser humano se va dando poco a poco, es evidente que los padres deben ayudar a sus hijos a descubrir una serie de principios que después ellos podrán hacer valer en su vida cotidiana.
Los padres que se encuentran en este extremo casi siempre temen ser autoritarios, pero se olvidan de que son responsables de educar a sus hijos para que ellos, más tarde, puedan ejercer su libertad.
La buena educación no tiene porqué ser siempre coercitiva. impuesta o regida por el miedo. El respeto, así como otros muchos valores deben ser enseñados, razonados y demostrados. Los niños deben llegar a comprender el auténtico y verdadero valor de los principios y de la buena educación para su vida, tanto presente como futura.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
El colegio Sant Josep (Navas, Cataluña) y el centro polaco Tadesuz Kosciuszko emprenden un proyecto conjunto sobre la educación y las buenas maneras.
-
Un niño con buenos modales es aceptado con gusto en todas partes. Los padres pueden enseñarlos a sus hijos a través de su ejemplo
-
Las palabrotas pueden ser sustituidas, en muchos casos, por otras palabras similares que no molestan o desagradan a los demás
-
Saber dar las gracias por lo recibido es una virtud que debemos inculcar en nuestros hijos
-
Ayudar a los demás, cooperar o compartir lo que tenemos son actitudes que ayudan a que la vida familiar y social sean mejores y más agradables
-
Enseñar desde niños a respetar es la base de la convivencia y el éxito en el ámbito profesional, personal y familiar
-
Enseñar a ser generoso y a compartir no es una tarea fácil, pero la podemos hacer por etapas
-
El niño empieza a comprender muchas cosas, aunque hay que seguir haciéndole recordatorios constantes sobre los buenos modales en la mesa
-
Mantener una limpieza y aseo adecuado en el niño es una labor que deben enseñar los padres a sus hijos.
-
Nunca es tarde para empezar a enseñar a los niños, aunque es mejor hacerlo desde sus primeros años
-
Tanto en las reuniones en casa como en cualquier otra parte los niños deben portarse bien y tener buenos modales.
-
Los niños que dicen palabrotas suelen escucharlas en su casa, en el colegio o en los espacios públicos










