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Todos los artículos de Libro
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El sexo de los convidados, tiene una grande influencia acerca de los platos que deben presentarse.
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Los honores de los postres no difieren de los del resto de la comida, y únicamente en los convites de confianza suele levantarse el mantel.
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Los dueños de la casa no deben olvidar ninguno de los menores detalles que pueden contribuir al bienestar de los convidados.
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Llegados a la mesa cada convidado saluda respetuosamente a la señora que ha conducido y ésta por su parte debe contestar con la mayor atención.
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Por regla general y segura, a cada persona debe dársele el tratamiento que la práctica o las leyes tienen establecido.
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La más exacta observancia de las reglas de la lengua, es de vigor; una falta de ortografía, o un giro incorrecto, no pueden pasar aún en la carta de menos pretensiones.
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La chanza o burla dulce, graciosa, ligera debe ser compartida con buena intención por los mismos que son objeto de ella.
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El medio infalible de dar un aire de necio a la persona de más mérito, es dirigirle cara a cara y sin discrección elogios exagerados.
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Es sabido que el espíritu de contradicción, no se vence sino con el silencio.
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Es necesario que el lenguaje se preste a las diversas formas que exige la narración.
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Las preguntas son sin duda necesarias, pero exigen mucha delicadeza y tacto a fin de no fatigar y herir a los demás.
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Después de haberse informado del estado sanitario de la persona a quien se visita, conviene preguntarle acerca de su familia.
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La buena educación militar, o sea la urbanidad, que a esta clase incumbe, tiene ciertos caracteres particulares marcados en sus ordenanzas.
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La urbanidad es una cosa bastante difícil para esta clase, que ve sin cesar pasar delante de sus ojos gentes constantemente animadas de un sentimiento que hace poco amable el interés.
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Las discusiones religiosas son entre todas las discusiones las que exigen más reserva y cuidado; pues frecuentemente, sin darnos de ello cuenta, la conciencia se pone al servicio del orgullo.
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La urbanidad exige que estemos siempre vestidos de una manera propia y decente aún en el interior de nuestra habitación y recién salidos del lecho.
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El sentimiento religioso es la inmensa, quizá la única diferencia que se encuentra entre el hombre y el animal.
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Difícil nos sería el hacer una breve reseña de las transformaciones del Ministerio de Estado; reseña que, admirablemente detallada y con una colección de importantes y curiosísimos documentos, publicó este Ministerio en su Guía diplomática de
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Los Soberanos entre sí se ceden el paso, según la edad o la antigüedad en el trono, y a veces por suerte.
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Divisa de uno o más colores, en forma de rosa o lazo y otras, que se coloca en la parte más visible del sombrero o morrión, etc., y es el distintivo de los ejércitos de diferentes naciones, etc.
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Cada empleo o profesión tenía antaño un nombre especial para cada tipo de remuneración.
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A partir del año veinte, más o menos, se inicia en España, aunque esporádicamente, este movimiento conducente a incorporar a las niñas colegialas de clase acomodada, a los estudios universitarios.
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Las distintas dependencias de la casa, utilizadas por todos los componentes de una familia, deben guardar unas normas y, sobre todo, un orden en general.
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A tu edad se acostumbra a recibir de sus padres una cierta cantidad para gastos superfinos.
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El orden consiste en mantener el arreglo, cuidar cada utensilio, cada prenda, cada enser del ajuar doméstico.
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Una persona es tanto más interesante cuanto más se interese ella misma por las cosas.