El modo de estar en pie, sentarse y andar.
Cuando estemos sentados delante de otros, ¿en qué forma tendremos el cuerpo?

¿Cómo debemos tener el cuerpo, sea que estemos en pie, sentados o andando?
Siempre recto, y sobre todo la cabeza derecha sin inclinarla hacia adelante ni hacia los lados.
Cuando estemos en pie delante de alguna persona de respeto, ¿dónde debemos cargar el peso del cuerpo?
Sobre ambos pies, y no sobre uno solo, sin apoyarnos sobre la pared, mesas, sillas u otra cosa alguna.
Y cuando estemos sentados delante de otros, ¿en qué forma tendremos el cuerpo?
Siempre derecho, sin recostarnos ni apoyarnos sobre los codos, o sobre las manos, teniendo las piernas decentemente unidas sin extenderlas ni cruzarlas una sobre otra.
Cuando andemos, ¿se ha de correr o saltar?
No señor, de ninguna manera, pues el paso ha de ser moderado, sin levantar demasiado los pies, pisar demasiado fuerte ni arrastrarlos por el suelo. También es malísima costumbre el ir codeando, y empujando a las personas con quien se ande, o meneando el brazo cual si se sembrase.
Cuando se encuentra alguno, ¿qué deberemos practicar?
No quitarle la acera ni el lado derecho, sino dejarle pasar conforme venga.
Y ¿cuándo hallemos alguna persona de más autoridad?
Se la cederá el mejor paso, aún cuando nosotros le llevemos, retirándonos a un lado y dejándole libre.
Cuando acompañemos a una persona superior ¿deberemos darla siempre el lado derecbo como el más honroso?
Si señor, siendo dos solos; pero si fuesen tres o más, se la llevará en medio; aunque en las calles no deberá ser así, porque siendo el mejor puesto la acera, deberá ir por ella la persona de más respeto.
Y cuando el sujeto a quien acompañemos sea de superior carácter, ¿qué más deberemos observar?
Por respeto, deberemos ir algo detrás y no enteramente a la par, y si se parase a hablar con alguno, nos apartaremos un poco para no oír la conversación.
Y si algnno nos saludase, ¿deberemos corresponderle con igual cortesía?
Si señor; pero si fuese persona superior, nos deberemos adelantar a saludarla antes que ella lo haga; mas esto se entenderá solo con las personas de un carácter eminente u conocidas.
Si alguno se parase a hablarnos, o nosotros nos parásemos a lo mismo, ¿qué deberemos practicar?
Lo primero, nos quitaremos el sombrero, y si fuese, persona a quien debiésemos respeto, no nos cubriremos la cabeza hasta que él lo insinúe o verifique.
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