Los gestos de los españoles. Parte II
El idioma 'universal' de los gestos y su uso en España

The Guardian
Gestos típicos de España: del "caradura" al "me tienes harto"
En esta segunda parte explicamos algunos de los gestos que expresan sentimientos tales como la caradura, la locura o el hartazgo.
El prestigoso diario inglés The Guardian ha publicado una sencilla guía de gestos para enseñar algunos de los gestos más típicos que se hacen en España.
Esta guía deja constancia de la importancia del lenguaje no verbal en las comunicaciones con los demás.
1. Caradura
Caradura o por la cara. Utilizado para indicar que alguien es un jeta, un caradura. También se puede utilizar para indicar que algo nos ha salido gratis, "por la cara". Una comida, un objeto, etc. Con la palma de la mano abierta y vuelta, se golpea ligeramente varias veces sobre la mejilla. Eres un caradura, o bien, me ha salido por la cara "by the face".

The Guardian
2. Me parto
Te puede interesar: comunicación no verbal, la importancia de los gestos
Cuando algo es muy gracioso o tiene algo de chistoso. Se suele decir en estos casos "me parto de risa". Con la palma de la mano abierta, y vuelta, se acerca al cuerpo a modo de "cuchillo" dando unos pequeños golpecitos, con el canto de la mano, sobre el estómago.
En algunas ocasiones, se puede acompañar de otro gesto similar, que significa "me mondo de risa". Girando la mano, con la palma abierta, sobre nuestra cabeza. Remarca que algo es muy, muy gracioso. Entonces se utilizan las dos expresiones juntas: "Me parto y me mondo".

The Guardian
3. Está loco
Cuando alguien está pasado, loco, ido, chaveta. Se puede hacer el gesto con uno o dos dedos -el índice, o bien con el dedo índice y el dedo medio, juntos- llevados a la altura de la sien. Y se hace un pequeño giro de la mano para remarcar el gesto. Tú estás loco, estás pasado de rosca, estás ido o cualquier otra expresión que signifique no estar muy cuerdo.

The Guardian
4. Me tienes harto

The Guardian
Me tienes hasta aquí. Es un gesto que se hace para indicar que alguien te tiene harto, que te tiene hasta las narices, que estás cansado de aguantarle. Con el dedo índice y pulgar juntos, se lleva a la sien indicando el nivel de "hartura" que tienes de esa persona o de ese comportamiento. Se suele utilizar la expresión "me tienes hasta aquí", para indicar que estás harto, muy harto.
- Los gestos de los españoles. Parte I.
- Los gestos de los españoles. Parte II.
- Los gestos de los españoles. Parte III.
- Los gestos de los españoles. Parte IV.
- Los gestos de los españoles. Parte V.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Vamos a dar una descripción general sobre los elementos que componen un abanico: desde las varillas al clavillo. Los abanicos son muy útiles para aportar un poco de 'frescor' en los días más calurosos
-
Si echamos una mirada a épocas anteriores podemos encontrar algunas curiosas expresiones que ya no se utilizan en la actualidad
-
Hacer un determinado signo con los dedos de nuestra mano no significa lo mismo en todos los países del mundo
-
Hay que tomar buen cuidado, estando en compañía, de no oponerse a las opiniones de los demás.
-
Los cambios bruscos en el nivel de vida de una sociedad traen consigo el intento de imponer nuevos cánones de urbanidad y de comportamiento...
-
La participación en foros y redes sociales implica acatar las normas propias de esos medios y las generales de buen comportamiento
-
La desnudez. La regla que enseña a ocultar y desocultar lo íntimo embellece a la persona, porque la hace dueña de sí, la muestra a los demás reservada para ella misma, orientada hacia su "dentro", y por tanto digna.
-
Asistimos a una decadencia de la cortesía y la urbanidad, como señala con indiscutible sensatez monsieur Pradel.
-
Un adorno floral muy utilizado en las fiestas de los adolescentes, sobre todo, de países anglosajones
-
Los principios de la urbanidad en la ciudad de Mérida durante el siglo XIX.
-
Estos nuevos manuales derivan hacia la superficialidad, la frivolidad y, en muchos casos, la simple estupidez vestida de pretensiones
-
El origen de la palabra cortesía lo encontramos en la vida de la corte, en la que los cortesanos seguían una serie de pautas sociales que les distinguía del pueblo llano








