Obligaciones positivas. Respecto al Soberano y sus Ministros, y a la patria
Obligaciones generales y positivas para el Soberano, la Patria y sus Ministros
Obligaciones para con la Patria, el Soberano y sus Ministros
Tenemos para con los otros algunas obligaciones, que son generales y comunes para todos, y otras respectivas a cada uno en particular.
Obligaciones positivas
Estas se reducen a hacer a todos todo el bien que podamos.
Los actos que principalmente debemos ejecutar en beneficio de los demás son los que se llaman obras de misericordia, así espirituales como corporales, que no repetiremos aquí, estando ya explicadas en el Catecismo.
Solo añadiremos que no hay en el mundo deleite más dulce y más puro que el de hacer bien a otro, ni satisfacción que más llene nuestro corazón que la de poder hacer feliz a alguno.
Así, siempre que se presente ocasión de poder favorecer a cualquiera, debemos aprovecharla con el mayor anhelo, sin detenernos en sufrir cualquiera incomodidad que traiga consigo, seguros de que la complacencia que nos resultará, la compensará superabundantemente.
Obligaciones particulares
Respeto al Soberano y sus Ministros
Debemos el mayor respeto a nuestro Soberano, cuyas leyes estamos obligados a cumplir exactamente, y por consiguiente a los que hacen sus veces, como son los Gobernadores, Magistrados, Jueces y compañía.
La tranquilidad y la seguridad pública depende; de la observancia de las órdenes del Soberano y de sus Ministros, y así es necesario para el bien público y para el bien privado de cada particular que se obedezcan puntualmente sus órdenes y leyes, pues de otro modo sería un puro desorden y nadie podría vivir quieto y seguro.
Y como para la conservación de la tranquilidad y seguridad pública son necesarios crecidos gastos, y es justo que todos contribuyan a ellos, debe cada particular por su parte pagar fielmente al Soberano los tributos que le correspondan .
Respecto a la patria
Todo hombre debe amar su patria, y procurar su mayor bien.
Por consiguiente, debe cuando la vea invadida por los enemigos, defenderla con todas sus fuerzas, aunque sea a costa de su vida; y en tiempo de paz cuidar de no deshonrarla o turbarla con acciones malas , antes si tirar a darla mayor lustre con sus virtudes y méritos, y a serla útil con sus fatigas.
-
6695
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Hay una crítica decorosa y justa que suele emplearse libremente, y que si así no fuese se faltaría a la franqueza.
-
Fraseología urbana para las principales ocurrencias de la vida social: el tuteo
-
La urbanidad consiste en acomodar nuestras acciones a los buenos usos y modales de la sociedad
-
Son incontables las personas buenas, virtuosas y dignas de afecto que no disfrutan de nuestra simpatía por sus asperezas de carácter...
-
Reglas sencillas de cortesía, de buenos modales y de instrucción para las niñas.
-
La primera cosa que se debe recomendar al que va a escribir una carta es la prudencia en lo que escribe.
-
La urbanidad y la civilidad para los jóvenes en unas simples cuestiones.
-
El referir casos o contar cuentos, debe ser muy rara vez, y solo cuando vengan muy al caso advirtiendo que sean cortos.
-
Principios sólidos, y basa fundamental de la verdadera sabiduría, de las obligaciones de la buena crianza, y un resumen de las principales reglas de la urbanidad.
-
Cumplir con el compromiso social de expresar las condolencas por el fallecimiento de un amigo o familiar.
-
Atenciones en los viajes en diligencia y comportamiento durante el viaje.
-
Las costumbres domésticas influyen notablemente en el modo como nos conducimos entre extraños; porque no basta saber las reglas de buena crianza, es preciso tener la costumbre de practicarlas.