
Los buenos modales de los niños
La buena educación de los niños es una de las más gratificantes tareas que pueden tener los padres con respecto a sus hijos
foto base Larm Rmah - Unsplash
Los niños y los buenos modales. Aprender a tratar bien a los demás
Aquella urbanidad
El niño debe acostumbrarse a respetarse a sí mismo, a fin de que los demás le respeten también a él; es decir, si no quiere que sus compañeros le llamen con apodos. impropios de una buena educación, debe llamarles por su propio nombre.
Si le disgustan las chanzas pesadas, como es justo, tampoco debe usarla jamás; si no quiere sufrir la bajeza de que de él desconfíe todo el mundo y huyan de su conversación y trato, debe no calumniar a nadie, no ser embustero,
Debe perdonar generosamente las ofensas, ser afable y dócil en todas ocasiones, y jamás creer que puede dispensarle una mala acción, el que otro de su edad o clase la haya cometido.
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Cuando se llega a mayor edad se toca el tiempo de los desengaños; el arrepentimiento de no haberse acostumbrado desde la pequeñez a ser buenos, es tardío, y dificilísimas de remediar las malas costumbres adquiridas por indolencia.
Entonces se sufre el grave disgusto de pasar por incivil, haciendo el más ridículo papel en la sociedad.
Por eso es importante fomentar la buena educación desde pequeños.
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Fingir algo que no se siente o contrario a lo que realmente pensamos es pecar de hipocresía.
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La persona que se presentase en público vistiendo a su capricho, y no sometiéndose a las exigencias de las costumbres recibidas, no solo mostraría poco aprecio de sí misma, sino que haría alarde de menospreciar a los demás.
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De las condiciones que la cortesía pide que acompañen a las palabras.
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La galantería exige sin embargo, que un caballero ofrezca atentamente su puesto a una señora que le tuviese menos cómodo.
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En la mesa y en el juego es donde más pronto se conoce la buena o mala educación de las personas
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Más se saca de la dependencia que de la cortesía
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La manera de comer el pan, la sopa, la carne, el pescado, los huevos y los garbanzos
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Hay que esforzarse por conocer las preferencias de los novios, pero casi siempre se desea causar una sorpresa y se sacrifica la satisfacción de los destinatarios a la propia
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El orden que se debe observar para el lavado de las manos es el hacerlo según el rango que se tiene en la familia; o si se come en compañía, según el rango que se tenga entre los invitados
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