
Aforismos y pensamientos sobre la urbanidad. Parte II.
Pensamientos y sentencias breves de carácter doctrinal que se proponen sobre los buenos modales y la urbanidad.
- El número de penas, agitaciones y pesadumbres se aumenta a proporción que se ensancha la esfera de los placeres, afectos y sentimientos.
- El modo de pensar es el que constituye el precio de cada cosa. La vida es una tela bastante mezquina, cuyo precio principal le constituye el bordado; y hay personas más adheridas a su costumbre y modo de vivir que a la vida.
- Los enamorados, los ambiciosos, y todos aquellos, en fin, a quienes atormenta un deseo dominante, experimentan más fastidio que los demás, porque para ellos no hay en todo el día sino alguna hora de goces. Ocupados incesantemente con un mismo objeto, todo lo que no sea él se les hace insípido y cansado.
- La galantería, es respecto al amor, lo que la urbanidad respecto a las virtudes sociales. Nuestra imitación y suplemento.
- Acostumbrad a las hijas a ni permitir nada de sucio ni desarreglado en la casa, y que echen de ver el menor desorden; hacedles observar que nada contribuye más a la economía y a la limpieza, que tener cada cosa en su lugar. Y aunque esta regla no aparezca esencial, sin embargo sirve y fructifica mucho si se observa exactamente. Estos sencillos consejos de Fenelon, debían aprovecharlos todas las madres de familias.
- Se confunden frecuentemente en el mundo la bondad con la falta de carácter. La bondad es la única cualidad del corazón, y la otra consiste en una facilidad de adoptar costumbres que hacen al hombre de un trato agradable, pero que puede también hallarse con todos los vicios, y no tiene relación alguna con la virtud. La Fontaine poseía la primera; Pirón, la segunda.
- Ved a un rico avaro y necio, egoísta e insensible; no obstante se le considera más en una reunión que a un hombre honrado sin fortuna. No parece sino que se respeta en él un poder de que no usa, y que la certeza en que se está de que nada tiene que pedir sea un motivo de acogerle bien.
- Se necesita mucho talento para descubrir el ridículo en una persona, y expresarlo de una manera agradable y que no ofenda.
- La complacencia fuera de tiempo es también una ridiculez; defecto de complacencia bien entendida, incivilidad.
- No hay carácter más importuno y a veces más impertinente en la sociedad, que el de preguntador, y desgraciadamente es muy común. Regularmente en el preguntador de costumbre, destituido de talento y tino mental, su modo de manifestar interés y benevolencia es un interrogatorio. Cree obligar muchísimo haciendo mil preguntas embarazosas, y si se elude la respuesta, oprime, persigue y obliga a mentir; no le basta una sola palabra; quiere explicaciones, pormenores, y en vano procuraréis hacerle mudar de conversación; solamente la fuga os puede substraer a esta especie de declaración indagatoria, y aun es capaz de echar a correr tras de vosotros, y ponerse delante, deteneros, y preguntaros en alta voz lo que deseáis que nadie sepa.
- "Salidme porfiadores de mis amigos", escribía Gourville cuando estaba desterrado y fugitivo, "y yo sabré defenderme bien de mis enemigos".
- Aforismos y pensamientos sobre la urbanidad. Parte I.
- Aforismos y pensamientos sobre la urbanidad. Parte II.
- Aforismos y pensamientos sobre la urbanidad. Parte III.
-
7414
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Todos los hombres están sujetos a padecer aflicciones de ánimo.
-
Los distintos tipo de visita son necesarios para mantener activa nuestra vida social.
-
Sobre las conversaciones triviales que se tienen en sociedad.
-
Dice un conocido refrán: "De bien nacidos es ser agradecidos". La ingratitud es de personas poco educadas.
-
El amor de la patria es también instintivo en el hombre, y todos nos sentimos irresistiblemente adheridos al lugar de nuestro nacimiento.
-
La urbanidad y la civilidad para los jóvenes en unas simples cuestiones.
-
La urbanidad y la civilidad para los jóvenes en unas simples cuestiones.
-
El sombrero le sirve al hombre para adornar su cabeza y también para evitarle algunas molestias que tienen que ver con la climatología
-
El arte de conversar supone crear un equilibrio entre el tiempo destinado a escuchar y el destinado a charlar.
-
No manifestéis mucha alegría si la fortuna os favorece, ya porque una alegría mayor que la importancia de la cosa denota pequeñez de ánimo.
-
Es la manera de portarnos correctamente con nuestros semejantes. La acción o demostración con que una persona manifiesta a otra la atención, respeto o afecto en que la tiene.
-
La urbanidad en todas partes es amable, y distintivo de una persona bien criada.