
Reglas para la formación de las cartas.
Cuando un inferior escribe a su superior, o a una persona de dignidad y de respeto, debe escribirse la carta en pliego entero.
Reglas para la formación de las cartas.
Cuando un inferior escribe a su superior, o a una persona de dignidad y de respeto, debe escribirse la carta en pliego entero. igualado y diviéndole en tres partes iguales, dejándose para margen la de la izquierda del que escribe.
Se debe formar la cruz en lo alto del papel; ella es la señal distintiva de los verdaderos cristianos, de la que usaban los antiguos fieles en sus escritos.
Es necesario no usar palabras equívocas, voces obscuras, expresiones confusas, para no hacer ininteligible la carta.
Si hay necesidad de repetir un nombre, o una voz muchas veces, es preciso colocarla con tal orden que la repetición no moleste al oído.
Cuando se escribe a alguno constituido en dignidad o empleo, si se ha de nombrar a su esposa, hermanos o parientes, es política añadirles el título o dignidad que tienen.
Se ha de procurar acomodar el estilo y las expresiones a la materia y a la clase de personas a quienes se escribe.
Se deben evitar las comparaciones, las fábulas, las sentencias históricas, los proverbios y otros ornatos de esta clase, a no ser, que la carta los pida directamente.
Es descortesía el enviar una carta llena de correcciones o llamadas al margen. Tampoco deben usarse abreviaturas en las cartas, especialmente si son difíciles de entender, para no exponerse a que sean interpretadas en un sentido siniestro; solo se podrán usar aquellas abreviaturas que son muy conocidas de todos, y en particular, los nombres y apellidos deben ir escritos con todas sus letras.
En el cuerpo de la carta no se deben escribir con guarismos o números la edad de alguno o la suma de alguna cantidad, v.g. (por ejemplo) 4 años por cuatro años, 3.000 hombres por tres mil hombres, 500 rs. por quinientos reales.
Cuando la carta no puede concluirse sino con mucha dificultad en la primera página, se procurará dejar más espacio de línea a línea, para que pase al dorso, a fin de que quede suficiente lugar para poner la firma con su debido cumplimiento.
Cuando se escribe a una persona superior, no se debe usar de la confianza de pedirle que haga cumplimientos a otra persona. En case de que se ejecute, será con el correctivo respetuoso de decir por ejemplo: "disimúleme Vd., que le suplique, el que ofrezca mis cumplimientos al señor, etc.".
Será también demasiada libertad el abusar de la confianza de incluir en la carta de una persona de distinción, otra para que la entregue a tercera persona, a no ser, que no haya otro medio, para que pueda llegar a su mano; pero siempre será necesario suplicar al sujeto que ha de entregarla que disimule la libertad, dándole el motivo de no poder excusarlo.
La urbanidad exige que se responda prontamente a las cartas, y más a aquellas en que la contestación es de importancia.
Se debe responder a las cartas por el orden de los artículos que contiene; pero se evitará copiar los términos en que están concebidos, haciendo solamente un resumen de su contenido, a fin de que corresponda con él la respuesta.
En fin, exige la urbanidad y política el responder a las cartas de mano propia especialmente cuando se escriben a persona de alto respeto; pero si el sujeto tiene mala forma de letra, o está impedido podrá valerse de Amanuense.
-
16192
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
No hay cosa más fácil, como ya se ha dicho, que dar consejos, ni más difícil que tomarlos.
-
Si deseamos nos acompañe a la mesa persona distinguida, la invitación se hace de palabra o por escrito unos días antes del convite.
-
Las personas desocupadas se dedican en los países civilizados a cultivar el talento con la lectura, o se entretienen en amenas e instructivas conversaciones.
-
Todas las personas se merecen un trato respetuoso y educado.
-
A menudo se conoce, dice el Sabio, por lo que se trasluce en los ojos, lo que una persona lleva en el fondo de su alma, su bondad o mala disposición
-
En tiempos pasados las conversaciones y reuniones eran pocas y los borrachos muchos; y el capital que ahora se gasta en vestidos, se gastaba entonces en vino
-
Repara que hay una gran diferencia entre compañero y amigo; porque el primero regularmente es involuntario y accidental, cuando el último es voluntario y decidido.
-
El respeto debido a los padres y superiores me recuerda el que se debe a los ancianos. Hijos mios, honrad la vejez, tolerad sus faltas y sus achaques.
-
Modestia y continencia en la expresión no dejaban de ser otros tantos correlatos de valores morales acordes con el ideario de la vida cristiana
-
En la iglesia no hablemos sin necesidad y no llevemos la vista a todas partes.
-
Siempre la juventud, en los pueblos, se ha divertido a sus anchas y pocas veces en sus juegos se han lamentado percances de importancia.
-
¡Cuántas veces el más sólido mérito ha sido mal recibido y desechado por falta de gracia, en tanto que un hombre con algunas prendas superficiales, poco saber y menos mérito, introducido por las gracias, ha sido recibido, querido y admirado!