Urbanidad en las desgracias.
Las penas compartidas son más fáciles de llevar y el cariño de las personas mitiga el dolor y el sufrimiento.

Urbanidad en las desgracias.
Cuando a alguno de nuestros deudos o amigos le haya sobrevenido una desgracia le manifestaremos la parte que en la misma nos tomamos, como también nuestro deseo de aliviarle diciendo según el caso: "siento en el alma el pesar que aflige el corazón de Vd. por tal adversidad"; "pero si mi persona y facultades pueden contribuir a su consuelo, las emplearé gustoso en su obsequio". "La novedad ocurrida en la salud de D. N. me tiene en el mayor cuidado, y no cesará éste hasta su total restablecimiento".
También puede utilizar expresiones similares a estas: "Todos hemos de pagar tarde o temprano el feudo común al Criador, y debemos conformarnos con sus altos juicios". "Procure Vd., pues, consolarse con la dulce convicción de que la madre de Vd. en premio de sus virtudes estará ya gozando de mejor vida". "Acompaño a Vd. en el justo dolor que le cabe por la muerte inesperada de su apreciable hermano, rogando al mismo tiempo al Señor le conserve a Vd. muchos años como el único que puede reemplazar una pérdida tan sensible".
No llevéis a la sociedad vuestras pesadumbres ni desazones, para no ir a turbar la alegría de los otros. Si no podéis contribuir a ésta, quedaos en casa con vuestras ideas melancólicas; pero si tratáis de disiparlas con las distracciones de la sociedad, no impongáis vuestras penas por castigo a todos sus individuos.
-
16392

Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
El amo debe cuidar mucho de que las conversaciones sean graciosas y amenas, sin hacerse malignas ni mordaces.
-
El hombre juicioso sigue la moda sin afectación, y procura que se advierta más bien en su modo de vestir un buen gusto, que lo que se llama última moda.
-
Andar por la calle, preferencia al subir o bajar una escalera y reglas a observarse al hacer una visita.
-
Reglas de urbanidad para niños y niñas en edad escolar.
-
Las conversaciones, alabanzas y los paseos a pie o en coche.
-
No se debe entrar en un lugar en el que haya personas de consideración, envuelto en el manto; en las casas de los príncipes se expondría uno a una reprensión, o incluso ser echado fuera
-
No paséis mucho tiempo sin bañaros todo el cuerpo, y frotaros bien con una toalla; sobre todo debéis limpiaros los pies cuantas veces lo exija el estado en que se encuentren, particularmente en verano.
-
Tratamientos debidos a las distintas personalidades y autoridades en siglo XIX
-
Los tocadores más sencillos reemplazan el tapiz por el linoleum, y los armarios por simples tablas adosadas a las paredes.
-
Fraseología urbana para las principales ocurrencias de la vida social.
-
Las visitas en sociedad.
-
Al comer hay que hacerlo de tal modo que los carrillos no se inflen, y es totalmente contrario a la educación tener al mismo tiempo los dos carrillos llenos.

