
Dedicatoria. De la urbanidad en las maneras de los niños.
Dedicatoria el niño Enrique de Borgoña.
Dedicatoria.
Erasmo de Rotterdam, al niño Enrique de Bogoña, del más alto linaje y las más halagüeñas esperanzas, hijo de Adolfo, príncipe de Veere, salud.
Si a aquel tres veces grande Pablo no le pesó de convertirse en todas las cosas para todos, a fin de que a todos pudiera ser útil, ¡cuánto menos debo yo tomar a mal el volverme, por mor de hacer bien a la juventud, de vez en cuando niño!
Del mismo modo que antes me acomodé a mí mismo a la adolescencia de Maximiliano de Borgoña, tu hermano, mientras estaba educando la lengua de los adolescentes, así ahora, mi muy dulce Enrique, me atempero a tu niñez al ir a dictaminar sobre las maneras de los niños, no porque tú de tales dictámenes tengas mayor falta, criado, lo primero, desde la cuna entre cortesanos y habiendo, luego, encontrado a Juan Crucio, tan distinguido artífice en la formación de la inexperta edad, o porque todos los preceptos que demos a ti te atañan, nacido como eres de príncipes y para el principado, sino a fin de que con más agrado aprendan estas cosas los niños todos por el hecho de que estén dedicadas a un niño de la más larga fortuna y de las más altas esperanzas. Pues no es tampoco floja espuela la que se aplique a la juventud en general si llegan a ver que los hijos de los héroes al punto ya desde los primeros años a los estudios se dedican y por un mismo estadio con ellos van corriendo.
-
12221
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
La urbanidad prescribe que volvamos las visitas a los que nos las hacen, y que seamos los primeros en hacerlas a las personas superiores
-
La limpieza en los vestidos no es la única condición que nos impone el aseo: es necesario que cuidemos además de no llevarlos rotos ni ajados.
-
Si una persona de poco tacto llegare a ponernos en el caso de dirigir la palabra a otra con la cual estemos mal avenidos, hagámoslo de una manera cortés y afable
-
La urbanidad prescribe que devolvamos las visitas a quien nos las hace, y que seamos los primeros en hacerlas a nuestros superiores
-
Entre personas de respeto se deben guardar ciertas normas o reglas de urbanidad que no se deben descuidar.
-
EL respeto y el decoro religioso son importantes para el niño que se cría dentro de la religión cristiana y de cualquier otra religión.
-
En la Edad Media los lutos consistían en la manera de llevar los trajes más que en el color. Los reyes lo llevaban violeta y las reinas blanco.
-
Los profesores son como nuestros padres en la escuela, a los que debemos hacer caso en todo lo que nos dicen y a los que debemos respetar.
-
Comer acorde a las normas de urbanidad. El ejercicio y sus beneficios
-
No dependen las perfecciones de un solo agrado: tantos son los gustos como los rostros, y tan varios.
-
Fraseología urbana para las principales ocurrencias de la vida social.
-
El que se halla privado de los favores de la fortuna, debe tomar un estado con el cual pueda procurarse su subsistencia y la de su familia.