
Cómo se ha de conformar el niño...
Cómo se ha de conformar el niño con las circunstancias de lugar, tiempo y personas.
Cómo se ha de conformar el niño...
El que atentamente considerare las circunstancias del lugar en que habla, de su estado y condición, de la calidad, genio o actuales circunstancias de las personas con quienes trata, errará poco en la urbanidad. Claro está, que lo que es lícito en la calle, no lo es en la iglesia; lo que en una enhorabuena, no viene bien en un duelo.
Por tanto, el niño no trocará las expresiones y cumplidos, porque es incivilidad y descortesía. Irá a la casa del pésame con seriedad, manifestando en sus palabras y acciones el interés que toma en el sentimiento que aflige a las personas más próximas al duelo, y omitirá el hablar de cosas jocosas o que exciten a reír.
Cuando vaya a dar la enhorabuena se explicará con términos regulares y no con frases exageradas ni de alegría excesiva. Al airado no le hablará jocoso, al triste consolará con seriedad.
Al enfermo visitará con amor, le auxiliará en los trabajos de la enfermedad y le animará el espíritu.
Si es amo, se hará respetar, sin faltar a la caridad; si criado, sufrirá a sus amos, porque en ellos está sirviendo al mismo Dios. Si es inferior a la persona con quien trata, cederá en todo lo posible a su gusto.
-
16142
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Todo acto inurbano es mucho menos excusable cuando se comete en la mesa.
-
Consejos y sugerencias sobre cuestiones generales relativas a la urbanidad
-
Los vestidos anchos y cómodos han sucedido a los angostos, estrechos y apretados.
-
Todos los hombres están sujetos a padecer aflicciones de ánimo.
-
Pensamientos y sentencias breves de carácter doctrinal que se proponen sobre los buenos modales y la urbanidad.
-
Los asesinos que osaban atacar al rey, a cardenales, a obispos, a condes acompañados de mucha gente, y asaltar ciudades poderosas, debían ser formidables para los viandantes particulares.
-
Esas dos grandes virtudes, muy acreedoras a consideración y respeto en todos y especialmente en la mujer, se llaman prudencia y dignidad
-
Se debe particularmente cuidar de tener siempre los vestidos muy limpios: la modestia y la urbanidad no pueden soportar nada de suciedad ni de negligencia
-
Los cumplidos deben hacerse de forma natural, sin afectación y sin que parezca que están ensayados.
-
Las adulaciones y lisonjas son propias de cameladores que no buscan el bien ajeno sino el propio.
-
Se cuidará mucho de no ocupar los asientos con objetos y no llevar perfumes exagerados ni alimentos de olor fuerte que puedan incomodar a los otros viajeros.
-
La urbanidad y la civilidad para los jóvenes en unas simples cuestiones.