Acciones urbanas en las visitas y reuniones.
Entre personas de respeto se deben guardar ciertas normas o reglas de urbanidad que no se deben descuidar.

Acciones urbanas en las visitas y reuniones.
Ya se deja entender que cuando al entrar y al salir nosotros de una casa, se levanten las personas que haya en ella, les debemos suplicar que se sirvan sentarse; pues la urbanidad pide que demostremos nuestro sentimiento a las personas que se molesten por nosotros. Análogas fórmulas observaremos en todas las atenciones qae se nos dispensen.
En las acciones que estando entre personas de respeto la urbanidad condena por inciviles, he citado solamente las principales y más descuidadas. Pero se podrán añadir a ellas todas cuantas hubiere omitido y que les sugiriere la prudencia, como por ejemplo: el ventosear de cualquier modo que sea, el cortarse o roerse las uñas, el desperezarse delante de los demás, el cruzar las piernas o los muslos, el tocar el tamboril con los dedos, el jugar con el bastón u otro objeto, el fumar o pedir fuego para ello, el murmurar de los ausentes o circunstantes y tildar o afear sus defectos físicos y morales.
Los dueños de una casa, estando en el cuarto pueden escupir disimuladamente en la escupidera, en vez de hacerlo en el pañuelo.
Si tenemos que entregar algún objeto a una persona, lo verificaremos con la mano derecha, y pasándolo por detrás de las otras personas circunstantes. Mas dado el caso de que a nosotros nos entreguen alguna cosa por delante de los otros, no debemos recibirla por detrás; que esto fuera advertir la falta en que incurriese la persona que el objeto nos entregase. Al entregar un objeto a una persona diremos:"Si es servida".
Es muy frecuente la costumbre de dar las gracias a la persona que encarga alguna cosa. A mi entender, si acaso se dan las gracias, debe también añadirse: "Quedará Vd. servida"; usando entonces de la palabra gracias para indicar que se agradece la confianza dispensada con el encargo que se ha hecho.
Los asientos o lugares preferibles en una reunión, son en general la derecha e izquierda del superior, la derecha e izquierda de estos últimos, etc.
-
16625

Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Las primeras dificultades que ocurren a los muchachos, y aún a algunos adultos que carecen de práctica, se fundan sobre el tratamiento que se ha de dar a la persona a quien se escribe.
-
Dejamos sentado que antiguamente era grande el exceso en el comer y en el beber, lo cual está probado con buenos y numerosos documentos.
-
Si el que llega es alguien que quiere hablar, se le puede hacer entrar; y cuando entra, la persona a quien quiere hablar debe levantarse y recibirle de pie y descubierto
-
Antiguamente se dejaba siempre una márgen de dos o tres dedos; pero en el día solo se conserva esta cortesía con las personas superiores...
-
El saludo siempre lo hará la persona menos importante un poquito antes de hallarse frente al superior
-
La urbanidad y la civilidad para los jóvenes en unas simples cuestiones.
-
Hay escritos que son confidenciales y para evitar que los abran los oficiales de la secretaría se hace un indicación en la segunda cubierta
-
Hemos de recibir a los invitados con agrado, estando en casa una hora antes aproximadamente de la señalada. Si somos invitados, iremos un cuarto de hora antes.
-
La conversación es el palenque en donde se ponen a prueba todas las cualidades de talento, amabilidad y finura.
-
Una persona nunca puede ir sola a visitar a un hombre soltero, a no ser éste de edad y respetable posición.
-
Comentario de Julia Valera sobre la obra de Erasmo de Rotterdam "De la urbanidad en las maneras de los niños" -De civilitate morum puerilium-.
-
Has de procurar los medios humanos como si no hubiese divinos, y los divinos como si no hubiese humanos.


