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Encuentros casuales o fortuitos. Cómo comportarse

El encuentro de varias personas en la calle da lugar a curiosas situaciones que no siempre sabemos cómo resolver

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Dos personas saludándose.
Saludar. Dos personas saludándose.

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Cuando una persona va de compras, sale a hacer alguna gestión o solamente quiere dar un paseo es muy probable que se encuentre con un amigo o familiar -sobre todo en las pequeñas poblaciones-. Se pueden dar, principalmente, dos casos: que vaya solo una persona o que vayan varias personas juntas -dos o más-.

Reglas de cortesía y etiqueta para los encuentros casuales

Si va una persona sola y se encuentra con otra, lo habitual es saludar. Si se paran a charlar, se suelen hacer las preguntas clásicas de cortesía para saber cómo está y cómo le va la vida, pero siempre sin entrar en detalles muy íntimos o poco discretos.

Si el encuentro es distante, es decir, de una acera a otra de una calle, cuando la otra persona está en vehículo o dentro de un establecimiento, etcétera, será suficiente con hacer un simple gestos de cortesía con la mano.

Si una persona se encuentra con una pareja de conocidos en cualquier lugar público puede simplemente saludar, o bien pararse y comenzar un pequeña conversación. Importante, no debe pararse si la persona que va acompañada no hace ningún ademán de pararse. Seguramente no desea hablar con usted en ese momento, o bien puede ponerle en un compromiso si le acompaña algún "amigo/a" especial. Un simple saludo será suficiente para cumplir con una norma básica de cortesía y buena educación.

Si la persona que va acompañada se para, esta persona será la encargada de hacer las correspondientes presentaciones. No hay que hacer preguntas indiscretas o preguntar sobre la relación que los une (amistad, familia, etcétera). Simplemente hay que hacer preguntas de cortesía. Tampoco puede ser un buen momento para contar anécdotas o secretos sobre un amigo, un familiar o un conocido. Puede que no le haga mucha gracia a la otra persona.

Cuando el encuentro es con personas casadas a las cuales se ve con otra persona que no es su pareja, no se deben sacar conclusiones propias que pueden alejarse de la realidad. Algunas veces las cosas no son lo que parecen y una mala interpretación puede dar lugar a serios problemas personales con su familia, sus amigos, etcétera.

Cuando el encuentro es con un grupo de personas, salude pero no moleste o interrumpa al grupo a menos que alguien de este grupo le llame o le pida que se acerque. Si se acerca por su cuenta puede interrumpir alguna conversación privada o bien puede molestar a alguno de los integrantes de ese grupo. La persona que le ha llamado será la encargada de hacer las correspondientes presentaciones.

Hay que evitar, en cualquiera de los casos anteriores, utilizar el tuteo con la persona que le acaban de presentar. No puede tomarse esa confianza con una persona a la que acaba de conocer. Ella misma le dirá, si lo desea, que no le trate de usted, y le propondrá que ambos se tuteen. Aunque se traten de tú, hay que evitar hacer preguntas personales o sobre aspectos íntimos o privados de esa persona.

 

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