Consejos para comportarse bien el Día de Acción de Gracias. Reglas etiqueta para la cena de Acción de Gracias

Consejos para tener un Día de Acción de Gracias inmejorable

Se acerca el Día de Acción de Gracias, una ocasión especial para reunirse con la familia y los amigos, compartir una deliciosa comida y expresar gratitud por las bendiciones recibidas. El Día de Acción de Gracias se celebra en Estados Unidos el cuarto jueves del mes noviembre y es una festividad muy importante, considerada una fecha para celebrar en familia y agradecer por todo lo bueno del año y tantas otras cosas más.

Todas las celebraciones en familia suelen ser alegres. Pero, ¿cómo podemos asegurarnos de que nuestra celebración sea agradable para todos? Para que nuestro Día de Acción de Gracias sea perfecto solo hay que seguir algunas sencillas reglas de etiqueta y buenos modales.

Antes de la fiesta del Día de Acción de Gracias

Al ser una fiesta familiar debemos ofrecernos a colaborar con los preparativos de la cena. O incluso, con alguna decoración o tarea que sea necesaria hacer antes de la cena, también podemos colaborar. 

Recados. No solo podemos ayudar en casa. Suele ser habitual tener que recoger encargos o familiares que llegan ese día. Podemos ofrecernos a recoger a ese familiar en el aeropuerto o estación de tren o autobús. Y de paso, incluso podemos, de camino a casa, hacer algún que otro recado.

Llevar un regalo. Los anfitriones se sentirán muy agradecidos si llevamos un pequeño obsequio, como una botella de vino, un postre casero o unas flores, entre otros regalos. El regalo es un gesto amable que siempre se agradece. Al ser familiares, es muy posible que conozcamos bien sus gustos y acercar con el detalle.

Ser puntuales. Llega a tiempo es fundamental. Una cosa es no llegar exactamente a la hora indicada, pero otra es llegar demasiado tarde. No debemos hacer esperar al resto de invitados. También, un retraso puede afectar a la propia cena -por no poderla servir en óptimas condiciones-, y afectar la propia dinámica de la reunión.

La llegada y la el momento de la cena de Acción de Gracias

Al llegar debemos saludar a todos los invitados. Da lo mismo que sena familia y haya mucha confianza. Debemos tomarnos un momento para saludar a todos y cada uno de los invitados, incluso si no los conocemos bien. Una simple sonrisa y un saludo cordial pueden marcar la diferencia de tener una agradable velada. Si no conocemos a alguien, podemos pedir que nos los presenten. Aunque, si alguien está atento lo hará sin que se lo pidamos.

Participar en la conversación. Debemos evitar quedarnos en silencio o hablar únicamente con los miembros de nuestra familia. Debemos abrir más nuestro círculo. Podemos hacer alguna pregunta -nada indiscreta-, escuchar atentamente para poder intervenir después y demostrar, en todo momento, interés en lo que los demás tienen que decir. Si no nos 'integramos' puede que se nos haga muy larga la velada.

Apagar el teléfono móvil. Antes de sentarnos a la mesa -incluso, cuando llegamos- es recomendable silenciar el teléfono móvil - celular. La cena es una oportunidad para desconectar y disfrutar de la compañía de nuestros amigos y seres queridos. Si lo apagamos o dejamos fuera de nuestro alcance, evitaremos distraernos consultando ese mensaje que llega, ese correo, etcétera. Es mejor prestar atención a la conversación y a las personas que nos rodean.

Ser considerados y respetuosos con los demás. Debemos evitar hablar en voz alta, monopolizar la conversación o hacer comentarios inapropiados. En este tipo de celebraciones, animador por alguna copa de más, pueden salir a relucir temas poco agradables, reproches y comportamientos poco adecuados que pueden afectar el disfrute de los demás. La frase 'los trapos sucios se lavan en casa', nada de nada. En el día de Acción de Gracias no se debe hacer 'ninguna colada'. Dejamos los trapos sucios para otra ocasión.

Después de terminar la cena de Acción de Gracias

Agradecer la comida y la invitación. Después de la cena, es apropiado agradecer al anfitrión la excelente comida y la hospitalidad. No hay que caer en las exageraciones.

Ofrecer ayuda para limpiar y recoger. Antes de irnos, es un buen gesto ofrecernos para ayudar a limpiar la cocina, lavar los platos, etcétera. Un gesto tan simple demostrará a los anfitriones nuestra consideración y agradecimiento. También, nos podemos ofrecer a llevar a alguno de los invitados a su casa u hotel, si no pernoctan en la casa de los anfitriones.

Hora de las despedidas. Un buen invitado debe saber cuando tiene que irse -sin que tengan que decírselo los anfitriones-. Si no somos muy avispados, vamos a estar atentos a los gestos de los anfitriones y a lo que hacen el resto de los invitados.

Enviar un mensaje de agradecimiento o hacer una llamada. Unos días después de la celebración -pocos-, podemos enviar un mensaje de agradecimiento a los anfitriones, haciéndole saber cuánto disfrutamos de la cena y reiterando nuestra gratitud. Incluso, podemos enviar unas flores al día siguiente para demostrar este agradecimiento.

No olvidemos que la etiqueta y los buenos modales no solo se aplican en el Día de Acción de Gracias, sino en todos los aspectos de nuestra vida. Al ser amables, respetuosos y considerados con los demás, podemos convivir mejor con nuestros semejantes y disfrutar de una vida más armoniosa.

¡Esperamos que estos consejos nos ayuden a tener un Día de Acción de Gracias inolvidable!