
La caballerosidad. Ser un caballero. Invitado cortés. Gestos de amabilidad
Un caballero es una persona, hombre, que se comporta de forma educada, con cortesía, nobleza y distinción
foto base yiwunzhang - Pixabay
Cómo ser un caballero
Gestos de cortesía para ser un perfecto caballero
Un caballero es una persona, hombre, que se comporta de forma educada, con cortesía, nobleza y distinción. Actúa de forma cotidiana con buenos modales y amabilidad.
Ser un caballero es algo más que tener una buena presencia e ir bien vestido. Un caballero sabe comportarse de forma correcta en cualquier situación que se le presente. Es una persona segura de sí misma que sabe relacionarse de forma apropiada con todo el mundo.
Las habilidades sociales de un caballero, le hacen 'conectar' mejor con otras personas a las que 'conquista' o persuade con su saber estar y sus buenos modales. Esa es la esencia de un caballero.
Un caballero no hace 'cortesías' solo a las mujeres, sino a cualquier persona con la que se relacione.
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Gestos de cortesía y de buena educación de un caballero
1. Una persona educada cede su asiento a las personas que lo necesitan más que ella. Una mujer embarazada, una persona mayor, una persona enferma o con algún problema de movilidad...
2. Ayuda. Un caballero ofrece su ayuda en una situación de peligro o dificultosa para tratar de solventar lo mejor posible ese 'problema'. Desde mediar en una discusión a simplemente ayudar a una persona a cruzar una calle.
3. Caminando por la calle cede su derecha cuando lo cree necesario, respeta los semáforos -no cruza cuando está en rojo para los peatones- y se mueve con prudencia sin empujones y otro tipo de 'atropellos' -bastante habituales en las grande aglomeraciones-.
4. Las puertas. Abrir una puerta, ceder el paso ante ella, sujetar una puerta... son pequeños gestos cotidianos que nos hacen más agradable la vida y que no cuestan nada.
5. Saludos y conversaciones. Un caballero sabe cómo saludar a una persona; sabe mantener una buena conversación y sabe relacionarse de forma cordial y amable con todo -o casi todo- el mundo.
Resumiendo, un caballero no es más que una persona bien educada. U hombre que pone en práctica sus buenos modales y que trata de hacer a los demás la vida más agradable -a la vez que le proporciona a él mismo un gran bienestar-. La buena educación, cuando se comparte, se multiplica.
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A la hora de presentar, solamente diremos el nombre y apellido de la persona presentada
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Una buena organización de cualquier evento debe contemplar facilitar un espacio para el estacionamiento de los vehículos de sus invitados
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No hay que forzar los modales. Hay que ser educados y elegantes, pero sin hacerse notar ni tratar de llamar la atención
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Las invitaciones tienen que llevar un destinatario, es decir, a quién va dirigida esa invitación
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En la mesa, como en muchos otros lugares, hay que guardar unas mínimas normas de comportamiento
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Cuando se piensa dar un convite se debe empezar por elegir convidados que recíprocamente se agraden o simpaticen.
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El motivo por el que es conveniente servir el café, infusiones, licores, etc. en otro lugar diferente a la mesa donde se ha ofrecido la comida, es para que los invitados puedan conversar y relacionarse.
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Hacer una invitación o recibir una invitación supone asumir una serie de compromisos con nuestros invitados o con nuestros anfitriones
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Deben ser objeto, de selección según la naturaleza del acto y de la imagen que se desee presentar a un público determinado.
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Una persona amable es aquella que escucha con una sonrisa lo que ya sabe, de labios de alguien que no lo sabe
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Un buena opción, para los más novatos en estas lides, es tomar algunas ideas o sugerencias de otras personas que tengan más experiencia en la organización de este tipo de encuentros
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Evitemos, en cuanto nos sea posible, el hospedarnos en las casas de nuestros amigos, especialmente de aquellos a quienes hayamos de ser molestos o gravosos. Ya sabe el dicho popular: "las visitas como el pescado al tercer día huelen"