La higiene. ¿Qué es la higiene? Cabeza, dientes, manos, zapatos y ropa. Los objetos de tocador
La higiene es el empleo de los medios necesarios para conservar la salud y una buena imagen personal
Los hábitos de higiene personales: el cuidado del cuerpo y del vestuario
Manual de convivencia social. Formación familiar y social
Aquella urbanidad
Qué es la higiene
La higiene es el empleo de los medios para conservar la salud. El primero de estos medios es la limpieza. El aseo personal. Para estar convenientemente limpias, ¿qué haremos?. El baño o la ducha diaria es lo más conveniente. Pero como actualmente muchas veces esto resulta difícil por la falta de combustible para los termosifones, o la economía doméstica, que nos obliga a suprimirlos, y también las restricciones de agua, hay que sustituir el baño o la ducha por el lavado diario, con agua y jabón, de cara, cuello, orejas, brazos, manos, piernas y pies, en lavabo, palangana, bañito, etc.
Cómo cuidaremos nuestra cabeza, dientes, manos
Debemos lavarnos la cabeza, al menos, una vez cada ocho días. ¿Cómo lavarnos la cabeza?. Primero se moja bien el pelo en agua caliente, para que tomen bien el jabón o el champú (compuesto que se compra); luego se enjabona frotando bien la piel de la cabeza y frotando bien el pelo hasta que haga mucha espuma, pues si no hace espuma es que no acaba de estar limpio; luego se enjuaga, si es posible, con dos aguas o tres, y en la última, si ponéis unas gotas de limón o de vinagre, quedará el pelo más fácil de peinar.
En caso de existir parásitos (caso raro entre personas ordenadas y educadas), antes de lavar la cabeza nos aplicaremos uno de los productos que se venden en la farmacia contra los parásitos. Lo aplicaremos según la receta, y luego nos lavaremos la cabeza. ¿Está bien hablar de los parásitos?. Es vergonzoso tener que hablar de ello, pero necesario, pues algunas niñas, como consecuencia de su desorden y de su pereza o del excesivo trabajo de su madre, los pueden tener.
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Es de mala educación comentar sobre ello, y nunca hablaremos de esto entre nosotras. Pero conviene que una niña de once años sepa cómo tiene que cuidar su cabeza para que nunca se tenga que avergonzar de ella. (La profesora indicará productos y precios).
Para limpiar el peine pondremos en el lavabo el agua necesaria para cubrir el peine (justo la necesaria) y echaremos en ella una 'cucharada o dos de amoníaco; dejemos el peine reposar dos minutos y saldrá completamente limpio.
No pondremos, a nuestra edad, brillantina en el pelo, ni mucho menos fijador.
El cuidado de los dientes
Nos lavaremos los dientes mañana y noche y, si podemos, después de las comidas (tengamos una demostración). El lavado de los dientes los conserva sanos, y, por consiguiente, no tendremos que ir al dentista. Es, además, una falta de consideración enseñar al prójimo una boca sucia, una boca sucia resulta repugnante e indecorosa.
El cuidado de las manos
Con las manos cogemos todo lo que necesitamos, y a veces en el polvo que cae sobre un libro, en la pelota del baloncesto, en la butaca del tranvía, está el germen de una enfermedad. No nos toquemos los ojos, ni la boca, ni las narices, ni los oídos, con las manos sucias. Lavemos bien nuestras uñas muy a fondo.
La limpieza e higiene en los zapatos y calcetines
Si no tenemos bastantes calcetines para cambiarnos todos los días, procuraremos lavar nosotras mismas nuestros calcetines cada noche. Una persona bien educada tiene que procurar no molestar al prójimo, y ya sabemos que los pies descuidados pueden producir mal olor. Cuando sólo tenemos un par de zapatos y jugamos con ellos en el colegio, hay que ventilarlos bien cada noche.
Nos gusta llevar los zapatos limpios, y para esto lo mejor es que los limpiemos nosotras mismas.
(Se hará un ejercicio práctico; es decir, se tendrá preparado lo necesario para dirigir a un par de niñas, elegidas entre las más ordenadas, en la limpieza de sus zapatos).
Con un trozo de tela cualquiera podremos fabricar una bolsa donde quepan una crema de zapatos, una gamuza o un cepillo y un cepillito para untar la crema.
Bordaremos a punto de litografía la palabra "zapatos".
(Se las estimulará a hacerlas en su casa, o en la clase, y a traerlas, para enseñarlas a las compañeras).
Cómo limpiaremos y guardaremos los objetos de tocador
Cuando somos muchos de familia y el cuarto de baño es pequeño, conviene guardar nuestros objetos de tocador en una bolsa impermeable o de hule; así no nos cogerá la esponja nuestro hermano, ni el cepillo de dientes la hermana pequeña.
Cuando nos regalen unas pesetas, compraremos un buen jabón que huela bien (en vez de chicle).
Desear oler bien es cosa femenina. Esto quiere decir que es un deseo natural en una niña de primer año de Bachillerato.
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Todas sabemos estas cosas, pero cuántas de nosotras, cuando nuestra madre nos dice: "María, al baño: María, los dientes, protestamos así: "¡Mamá, hoy tengo sueño!, ¡Mamá, no me da tiempo!, etcétera. Pero tengamos en cuenta que "este sueño" y "esta falta de tiempo..." se nos nota en seguida y, a la larga, es la causa de la caries o picaduras de dientes, de los asquerosos dientes verdes y de los vergonzosos parásitos..., y nada, de eso está oculto... y todo es indicio de mala educación.
Ejercicio práctico
Hacer una demostración de limpieza de un peine. Para lo cual la profesora llevará lo necesario.
Asimismo la profesora llevará lo necesario para hacer una demostración de la limpieza de los zapatos. Si estos ejercicios prácticos no resultasen oportunos, las alumnas harán un resumen escrito de la lección.
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