La propina. Cuándo dar una propina. Cuánto dejar de propina. A quién dar la propina (con vídeo)
La propina es una muestra de gratitud. En ningún momento la propina rebaja ni al que la da ni al que la recibe
¿Dejar algo de propina o no dejar nada?
¿La propina es una forma de gratificar o una muestra de generosidad?
El diccionario de la Real Academia Española la define como: "Agasajo que sobre el precio convenido y como muestra de satisfacción se da por algún servicio".
La propina: ¿muestra de gratitud o gesto de caridad?
La propina es una muestra de gratitud. En ningún momento la propina rebaja ni al que la da ni al que la recibe. No se da un importe tan irrisorio que sea molesto para el que lo recibe.
Como bien dice la definición es un agasajo, una muestra de nuestro agradecimiento. Nunca esta gratificación debe darse como una muestra de caridad o de compasión.
El tema de la propina es muy diferente según el país en el que estemos. Lo trataremos en el tema de otros países , cuando hablemos de cada país en concreto.
La propina en España
"Dar la propina es, la mayoría de las veces, un acto voluntario"
En España es un gesto de cortesía que se da por lo que estimamos ha sido un buen servicio, pero en ningún caso es una obligación o una costumbre "casi obligatoria" como en otros países.
Si acudimos a un restaurante y no creemos que la atención o el servicio ha sido bueno no tenemos ninguna obligación de dejar un solo céntimo de propina. Ahora bien, si consideramos que la atención ha sido buena, podemos dejar un importe que consideremos oportuno como muestra de gratitud.
Lo mismo ocurre con otros muchos servicios. El botones del hotel que nos sube las maletas y nos indica cuál es nuestra habitación; la enfermera que nos ha tratado estupendamente durante nuestra estancia en el hospital o la clínica -aunque en la sanidad pública esté prohibido aceptar propinas-; el acomodador -figura casi inexistente ya- que nos conduce hasta nuestra butaca en el teatro o el cine; el chico del supermercado que nos lleva a casa la compra del mes...
¿Cúando debemos dejar una propina?
Hay multitud de situaciones en las que mostrar el agradecimiento, por un servicio atento y correcto. Aunque sea su obligación o su trabajo, no en todos los casos un empleado cumple sus tareas con la cordialidad y amabilidad deseables. Es por ello, que la propina es un "suplemento" al coste del servicio que damos de forma voluntaria -valoramos la calidad, atención, amabilidad, educación, profesionalidad, etcétera.-.
Con el aumento de los servicios a domicilio, casi todos los repartidores son "objeto" de nuestra gratitud, siempre que lo consideremos oportuno. Nosotros mismos, somos los que debemos valorar el servicio y saber si creemos que merece esa propina.
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Un ejemplo claro, podría ser ese repartidor impaciente que aporrea la puerta. O ese cartero que 'quema' el timbre, que no deja de apretar hasta que hemos llegado a la puerta. Si eso nos molesta, la mejor expresión de nuestra molestia es no dándole una propina. Aparte de comentarle que no llame de esa manera.
La propina no es una muestra de 'caridad'
Una cosa que debemos tener en cuenta, es no utilizar la propina para descargar ese montón de monedas, de pequeño importe -calderilla-, que tenemos en nuestros bolsillos. No hace muy buen efecto y es un gesto poco apropiado y muy poco elegante.
Tenemos que recordar que la propina es una muestra de gratitud, un gesto de cortesía no de caridad. No se puede ofender con el importe dejado, ni con la forma de darlo. El gesto de dejar una gratificación debe ser un momento discreto, nada de exhibicionismos.
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