Origen del beso. De Roma hasta nuestros días
El beso como forma de saludo es utilizado por gran cantidad de personas en todo el mundo. ¿Cuál fue su origen?
Besar para saludar. El beso como forma de saludo
El beso es una de las formas de saludo más utilizadas después del conocido e internacionalizado apretón de manos .
El origen de esta forma de saludo se remonta a tiempos de los romanos, según la mayoría de los historiadores. En algunos escritos del tiempo del Emperador Augusto, unas tres décadas antes del nacimiento de Cristo, en Roma ya se utilizaba el beso como forma de saludo. Pero no era una costumbre muy extendida entre todo el mundo; principalmente, era una forma de saludo, entre hombres, y, por regla general, utilizado por las clases más altas de Roma, especialmente, nobles y patricios.
La enfermedad que descubrió el beso como saludo
La curiosa forma en la que se descubre que el saludo entre nobles y patricios era un beso, fue por una enfermedad. Durante el mandato de Claudio I, se extiende una enfermedad de índole vírica por la ciudad. Nadie sabía cómo se propagaba o contagiaba. Después de muchos estudios y observaciones se comprobó que no afectaba a las mujeres, solamente la contraían los hombres.
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Pero aún hay más. Dentro de este grupo, observaron que no afectaba a todos los varones por igual sino que solo afecta a los hombres de las clases más altas. Los médicos de la época llegaron a la conclusión de que la enfermedad vírica se transmitía por culpa del beso, una forma popular de saludarse este grupo concreto de varones.
Esta engorrosa enfermedad solo hizo que el beso fuera puesto en "cuarentena" durante un corto período de tiempo, pero pronto se hizo cada vez más popular, y se fue extendiendo al resto de clases sociales y, posteriormente, se fue extendiendo por otras ciudades y países del mundo.
Tanto se extendió esta costumbre que cuentan que el poeta Marcial decía lo imposible que se hacía caminar por las calles de Roma al tener que ir besando y recibiendo besos de tanta gente conocida como se encontraba uno en el camino.
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El beso ha llegado hasta nuestros días como una de las formas más populares de saludo - cada país tiene sus propias costumbres desde uno hasta tres o cuatro besos, salvo los orientales que no son muy dados al contacto físico -. Y eso que algunas de las enfermedades modernas, como la tan temida gripe A o porcina, gripe aviar, mononucleosis y otras enfermedades contagiosas muy similares, lo han puesto en varias ocasiones contra las cuerdas.
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