
Cómo dar y recibir una tarjeta de presentación o de visita
La tarjeta de visita es la mejor forma de mantener un contacto, tanto personal como profesional, con otra persona o empresa
foto base Deedee86 - Pixabay
Las tarjetas de visita: cuándo y cómo darlas
La tarjeta de visita es la carta de presentación que una persona. La ofrece a la otra parte para que conserve los datos básicos sobre su persona -tarjetas personales- y la empresa a la cual representa -tarjetas profesionales-.
Es importante, como lo es lucir un vestuario correcto, elegir una tarjeta elegante, de calidad en la que figuren todos los datos fundamentales que desea trasmitir a la otra persona o compañía. Una tarjeta de mala calidad o con datos insuficientes puede dar una mala imagen de usted o de su empresa o compañía.
¿Cuándo entregar una tarjeta de visita?
Lo más habitual es hacerlo en el momento de las presentaciones. Así tiene en todo momento el control sobre el nombre de la persona, su cargo y cualquier otro dato que pueda necesitar a lo largo de la reunión. La puede mantener en su mano o encima de su portafolios, agenda, etcétera. En muchos países orientales no está bien visto escribir en ella o guardarla en el bolsillo. En estos países también es correcto entregarla con las dos manos.
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Si se opta por entregar la tarjeta al final del encuentro o reunión, se suele hacer después del saludo de despedida. Se le entrega la tarjeta indicando que es una forma de mantenerse en contacto a partir de ese momento.
Hay que hacer notar que en el entorno empresarial es más habitual entregarlas al inicio de una reunión o presentación, y el ámbito social se acostumbra a entregarlas al final de la visita o encuentro, en el momento de las despedidas -también se suele 'ofrecer la casa' para lo que gusten-.
Es un detalle de cortesía leer o echar un vistazo a la tarjeta antes de guardarla en el tarjetero, en la agenda, en la cartera, etc. Eso demuestra el interés que tiene por esa persona o personas.
¿Cómo entregar la tarjeta de visita?
Los expertos aconsejan entregar la tarjeta de visita, salvo en los países de costumbres orientales, tomada por la esquina superior izquierda, evitando tapar cualquier dato impreso en ella. De esta forma, la persona que recibe la tarjeta puede, de un vistazo, ver todos los datos que contiene.
Si los datos que hay en su tarjeta no están actualizados es mejor no entregarla. Hacer tachones innecesarios en una tarjeta de visita para poner los datos correctos es poco elegante. Espere a tener unas tarjetas nuevas, o indique los datos a la otra persona para que los apunte en su agenda o en un fichero de contactos.
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