
Las malas palabras. Palabrotas
Unas de las primeras manifestaciones de nuestros buenos modales es el lenguaje. ¿Qué podemos hacer si nuestro hijo empieza a decir palabrotas?
foto base AnnaKovalchuk - Pixabay
¿Por qué los niños dicen palabrotas? Cómo corregirlos
Voy en mi coche a casa después de recoger a los niños en la escuela. Los dos se ven acalorados y cansados. En esto escucho desde el asiento trasero: " Este Juan es un -palabrota-. No le vuelvo a prestar mis estampas -cromos-. La maestra se las quitó". Boquiabierta me volteo y le digo "¿Qué dijiste, Pepe? Nunca habías hablado así antes".
Es lógico, es decepcionante, nos parece injusto. Nos pasamos la vida tratando de educar a nuestros hijos y, de repente, un buen día, nos sorprenden con un término con el que la abuela podría desfallecer.
¿Qué es lo que está ocurriendo? ¿Qué sucede después de los tres años, cuando nuestro vástago parecía un inocente hijo de familia?
Razones por las que un niño dice palabrotas
Hay muchas razones por la que un niño puede empezar a decir malas palabras, pero en casi todos los casos el problema se debe a la conjunción de muchas circunstancias. Lo cierto es que hemos ampliado socialmente nuestra tolerancia a las groserías. Lo que antes solo se utilizaba entre albañiles y vendedores de mercado, es común hoy en día entre los estudiantes, amas de casa y profesionales. Los medios de comunicación aceptan un lenguaje antes reservado a las fotonovelas y a las películas para audiencias mayores de edad. Este lenguaje ha sido adoptado en muchos hogares, aunque en otros haya sido severamente restringido. En realidad, hay bastante discrepancia a los que unas y otras familias permiten.
Te puede interesar: Qué hacer frente a las palabrotas que dicen los niños
Alrededor de los cinco años, el mundo social de nuestros hijos se amplía considerablemente. Tienen frecuentes visitas con amigos, están expuestos a muchas influencias de los medios que otras generaciones no conocieron: internet, canales de televisión extranjeros, etc. Además, ya pueden escuchar canciones y leer en algunos medios impresos lo que nuestro hermano mayor hubiera guardado bajo llave. Sin embargo, la familia sigue siendo el principal modelador del lenguaje. Si tu marido o tú los dices, ¿por qué no habría de decirlo tu hijo?
En algunas familias el hablar con groserías es signo de hombría; estas familias han incluido en su vocabulario palabras que, por costumbre, ya no se notan.
Finalidad por la que el niño dice malas palabras y groserías
El niño de cuatro a seis años utiliza groserías simplemente porque las escucha en la casa o en la escuela. Si éstas no se limitan, seguirá utilizándolas con alguno de estos fines:
1. Integrarse en un grupo. Cuando el niño imita las groserías de sus primos o hermanos mayores, o de sus compañeros de grupo quizá está buscando ser "uno más de ellos". De esta manera, se siente mayor, alguien con quien tratar de "tú a tú".
2. Curiosidad sexual. A la edad de cuatro o cinco años el niño empieza a captar la relación entre las escenas eróticas o violentas y las groserías. Tu se lo has confirmado al cambiar de canal cuando presenciaba una de ella en las que se incluían expresiones obscenas o agresivas. Empieza a intuir su significado y a utilizarlas cuando la ocasión se presenta.
3. Llamar la atención. Utilizar la groserías es una forma fácil de llamar la atención, lo mismo de sus compañeros que de los adultos. Además, le gusta la reacción que provoca en los demás: risas o sorpresa, indignación o ira. Son una forma de experimentar reacciones ajenas.
El niño que no haya aprendido a expresar sus emociones negativas, quizá las utilice en sus arranques de ira. Lo que quiere demostrar entonces es aversión o rechazo, aunque no sepa exactamente hacia qué.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
El niño debe aprender que la amistad es como una planta que hay que cuidar y regar todos los días
-
Los niños siempre nos están observando. Si nosotros nos comportamos correctamente, ellos nos van a imitar y, de esta forma, van a estar bien educados.
-
En la escuela o en la familia se debería recordar cada día una forma de buen comportamiento
-
La politización de la educación ha dado al traste con una asignatura tan necesaria en la sociedad actual como la educación para la ciudadanía
-
La costumbre que debemos inculcarles es la ducha diaria y mantener una higiene correcta en todo momento
-
Un niño con buenos modales es aceptado con gusto en todas partes. Los padres pueden enseñarlos a sus hijos a través de su ejemplo
-
Los buenos modales en la mesa son muy importantes para que una persona sea aceptada en sociedad
-
Utilizar un transporte escolar requiere que se cumplan unas normas de comportamiento acordes a las reglas que establece cada colegio
-
Los hábitos adquiridos en la infancia perduran toda la vida. Y eso ocurre porque el niño no los estudia de memoria, sino que se acostumbra a vivir con ellos y los hace suyos
-
Se acabaron los tiempos de poder jugar en la calle con toda tranquilidad. Las calles han dejado de ser un lugar seguro para que jueguen los niños
-
Las generaciones más jóvenes se preocupan cada vez menos de la educación de sus hijos
-
Dar una buena educación es una de las tareas más difíciles que pueden tener los padres o tutores para enseñar buenos modales los más pequeños de la casa