El estilo Diplomático.
El estilo Diplomático debe ser liso, llano, sumamente cortés y alejado de las exageraciones y la retórica.
Del estilo Diplomático.
El estilo diplomático, convienen todos los autores que debe de ser conciso, parco y sumamente claro; que debe evitarse el caer en las exageraciones del culto consagrado a la retórica; y que al mismo tiempo que liso y llano, debe ser sumamente cortés; porque como dice M. de Bismarck:
"es conveniente ser amable y culto hasta en las declaraciones de guerra, procurando en toda clase de documentos recordar que en política, el objeto de un escrito no debe ser nunca el ofender" (Le Comte de Bismarck el sa suité, de M. Busch).
Nosotros añadiremos, por nuestra parte, que, como quiera que de la redacción de un documento diplomático dependen tantos y tan altos intereses, debe evitarse en ella el emplear palabras de sentido ambiguo o dudoso que pueden en el porvenir comprometer de un modo lastimoso el buen éxito de una negociación.
H. Meisel, en su obra "Cours de style diplomatique" (París, 1826), sostiene, ante todo, la necesidad de adoptar un estilo claro y conciso.
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