
Cualidades de la letra para escribir una carta.
Características que deben tener las letras y la caligrafía para escribir de forma correcta y legible.
Cualidades de la letra para escribir una carta.
Yo no me empeñaré en sostener, como alguno quiere, que para conocer si es buena o mala una letra o carácter se necesita saber su derivación, principios, progresos, decadencia, restauración, y en una palabra, su historia; porque aunque el conocimiento de ésta sirva de una ilustración curiosa, y por otra parte recomendable, no es, sin embargo, la ciencia y fundamento del arte, con cuyos auxilios se aprende principalmente a decidir del mérito de la letra.
El estudio de la caligrafía indica doce de las principales características de una buena letra para escribir:
1. La igualdad supone que una o más cosas se pueden substituir en lugar de otra, sin que haya alteración en la cantidad de ellas. Es el axioma de la geometría, que dos cosas que son iguales a una tercera, son guales entre sí. Si yo me propongo, v.gr. -por ejemplo- copiar una "O", y después de hecha veo que la copiada, puesta ajustadamente sobre la otra, no discrepa en nada de la original, diré de ella que es perfectamente igual con la primera.
2. Hermosura, es una proporción de partes o constitutivos que componen un todo tan agradable a nuestra alma que la arrebata sin saber cómo o por qué. Así vemos, que un coro de música bien ordenado gusta a doctos e ignorantes, ya sea por la dulce impresión que hace en el alma racional, o ya por la relación con la idea impresa que Dios puso en ella.
3. Proporción, en la caligrafía significa una relación entro cosas desiguales de la misma especie; esto es, correspondencia de unas partes diversas con otras por medio de un aumento o diminución igual. Así que, para disminuir o engrandecer cualquiera especie de letra, se debe observar en todas sus partes igual diminución o engrandecimiento.
4. Buen aire, es en el caso presente una semejanza de nuestras letras con las del autor o autores que queremos imitar, ya sea excediendo, ya no llegando a la belleza que las dieron; v.gr. -por ejemplo- la letra de Doña María Josefa Bahamonde tiene el aire de la de su maestro Palomares. También se puede decir, no sin bastante propiedad, que es uniforme por lo bien que le imita.
5. Uniformidad denota la similitud de una cosa con otra con respecto a la figura, construcción y proporción. El ejemplo que acabamos de poner aclara el sentido de esta expresión, y lo comprobará cualquiera por el simple cotejo.
6. Semejanza, es la calidad que hay en una cosa que se parece a otra. Las planas de los discípulos que imitan medianamente las muestras de sus maestros son de letra semejante a la que copian.
7. Paralelismo, es la igual y constante disección que deben tener en un escrito los palos rectos de las letras. Cuando se escribe con caidos, v. gr. -por ejemplo-, como que están igualmente distantes unos de otros, es fácil observar el paralelismo, porque las mismas líneas, bien sean rectas u oblicuas, señalan el viaje que ha de llevar la pluma.
8. Simetría, consiste en la unión y conformidad de las letras de un escrito con el todo de él, y de la belleza de cada una de las letras separadas con la de la obra entera.
9. Buena costumbre, significa que después que el discípulo esté impuesto en la teórica conveniente, se acostumbre en la parte imitativa a una buena y exacta forma de letra, y que con un diligente y continuado uso vaya adquiriendo poco a poco, y como por grados, un giro igual y veloz de pulso.
10. Limpieza, es que todas las letras estén libres de borraduras, tachaduras y salgan cortadas y pulidas, a fin de que se perciban con claridad todas sus partes, y no confundan lejos de hermosear el escrito.
11. Elegancia, significa el modo de hacer las cosas con limpieza, ornato y tal elección que sobrepugen el modo ordinario, de suerte que se satisfaga el delicado gusto de quien las ve, y con tal adorno y gracia que sorprenda a las personas que verdaderamente saben el arte de escribir.
12. Distancias proporcionadas, es en el arte caligráfico el que debe haber de letra a letra y de palabra a palabra. Las primeras se reducen principalmente a tres: distancia entre recta y recta, como, v. gr. -por ejemplo-, entre una "i" y una "m", que debe ser el hueco que abrazan las dos piernas de una "u", o lo que hay desde un caído a otro; distancia entre recta y curva, cuya aproximación es una cuarta parte mayor que la antecedente, como por ejemplo en la sílaba "no"; y distancia entre curva y curva, que debe ser el doble que entre curva y recta, o lo que es lo mismo, la mitad del hueco de dos caidos, que es la que hay entre recta y recta.
La distancia de una palabra a otra debe ser el hueco que forman tres caídos, o, por mejor decir, el espacio que ocupa una "m" sin perfil, ni final, como, v.gr. -por ejemplo- en las dos primeras sílabas "mi" y "no", que desde la "i" a la "n" hay dos huecos de caído, o lo que ocupa una "m". No proponemos otras distancias, como algunos quieren, porque sobre no ser adaptables a toda especie de letras es casi imperceptible su inobservancia, y confunden más que ilustran.
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